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Filtran archivos policiales sobre la represión china a los uigures ante la visita de Bachelet

Coincidiendo con la reciente llegada a China de la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, para visitar Xinjiang, la cadena británica BBC ha difundido datos pirateados de la Policía china en esa región de mayoría musulmana que reflejarían una represión sistemática.

Miembros de la comunidad musulmana uigur muestran fotografías de sus familiares detenidos en China durante una conferencia de prensa en Estambul, el pasado 10 de mayo.
Miembros de la comunidad musulmana uigur muestran fotografías de sus familiares detenidos en China durante una conferencia de prensa en Estambul, el pasado 10 de mayo. (Ozan KOSE | AFP)

Miles de fotografías del sistema penitenciario altamente secreto en Xinjiang (Turkestán Oriental), así como una política de disparar a matar para aquellos que intentan escapar, figuran en unos datos pirateados de los servidores informáticos de la Policía en esa región, según ha indicado este martes la BBC.

Los llamados ‘Archivos de la Policía de Xinjiang’ fueron entregados a la BBC a principios de este año y, después de meses de investigación para establecer su autenticidad, la cadena británica afirma que se ha podido demostrar que facilitan importante información sobre el internamiento de los uigures y de otras minorías.

Ubicada en el noroeste de China, la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, que es la denominación oficial que le da el Gobierno de Pekín, ha estado poblada históricamente por la etnia uigur, que todavía es la mayoritaria: en torno al 45% de sus más de 20 millones de habitantes. Pero la fuerte colonización china de las últimas décadas ha llevado a que la etnia han ya conforme otro 40% de la población.

Los «campos de reeducación»

El archivo policial filtrado, agrega la emisora, revela en detalle el uso por parte de Pekín de «campos de reeducación» y detenciones masivas de uigures.

La afirmación del Gobierno chino de que los «campos de reeducación» construidos en Xinjiang desde 2017 no son más que «escuelas» son una contradicción con las instrucciones policiales internas, las listas de vigilancia y las imágenes de los detenidos.

Además, hay un uso generalizado de cargos de terrorismo, que ha llevado a miles de personas a ser retenidas en cárceles, y hay folios policiales con condenas arbitrarias y draconianas, según comenta la BBC.

Los documentos proporcionarían algunas de las pruebas más sólidas hasta la fecha de una política dirigida contra cualquier expresión de identidad, cultura o fe islámica uigur, y de una cadena de mando que llega hasta el actual presidente chino, Xi Jinping.

Los archivos pirateados contienen más de 5.000 fotografías policiales de uigures tomadas entre enero y julio de 2018, y, utilizando otros datos adjuntos, se puede demostrar que al menos 2.884 de ellos han sido detenidos, señala la BBC.

Visita de la alta comisionada de DDHH de la ONU

Esta revelación coincide con la llegada de la alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, a Xinjiang.

Con su viaje de seis días, la política chilena es la primera responsable de Derechos Humanos de la ONU en acudir desde 2005 a China, cuyo Gobierno confía en que la visita sirva para aclarar «la desinformación» sobre su país.

En un encuentro con Bachelet el lunes en Guangzhou, el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, «expresó la esperanza de que esta visita ayude a reforzar la comprensión y la cooperación, y a aclarar la desinformación», indicó su departamento en una nota.

El texto no hizo referencia a Xinjiang, donde el Partido Comunista de China está acusado de retener a un millón de uigures y otras personas de minorías musulmanas, algo que Pekín describe como «la mentira del siglo».

La dirigente de la ONU visitará entre el martes y el miércoles las ciudades de Urumqi –la capital de Xinjiang– y Khashgar. Sin embargo, ONG y activistas uigures temen que Bachelet no tenga acceso a la situación real.

«Espero que pueda preguntar al Gobierno chino sobre el paradero de mi madre», dijo Jevlan Shirement, exiliado en Turquía de 31 años que hace cuatro años que no tiene noticias de su progenitora.

Nursimangul Abdureshid, también exiliada en Turquía, no estaba «muy esperanzada de que el viaje traiga algún cambio». «Le pido visitar a las víctimas como los miembros de mi familia, no las escenas premontadas por el Gobierno chino», indicó a AFP.

«Si el equipo de Naciones Unidas no tiene acceso ilimitado a Xinjiang, no aceptaré sus llamados informes», añadió.

Primeras citas en Urumqi y Kashgar

Urumqi, con una población de cuatro millones, acoge los principales órganos de gobierno que habrían organizado una campaña que China describe como enfocada contra el extremismo religioso islámico. También es hogar de una importante comunidad uigur y fue escenario de choques étnicos en 2009, y de dos atentados en 2014.

Kashgar, con 700.000 habitantes, está ubicada en la cuna de la comunidad uigur en el sur de Xinjiang. Antigua parada en la Ruta de la Seda, esta ciudad ha sido escenario principal de la campaña de Pekín según activistas e investigadores, que acusan a las autoridades de rellenar este centro cultural de alta tecnología de seguridad mientras derrumba casas de uigures y lugares religiosos.

Las afueras de ambas ciudades están repletas de lo que se creen son «campos de detención», parte de una amplia red de instalaciones que se han construido recientemente por todo el país.

Varias ONG han expresado su preocupación de que las autoridades chinas impidan a Bachelet realizar una investigación exhaustiva de las presuntas vulneraciones de derechos, mientras que el Gobierno de EEUU habló de la falta de garantías previas sobre qué podría visitar.

En Guangzhou, Bachelet aseguró el lunes que discutirá «algunos temas muy importantes y delicados». «Espero que esto nos ayude a crear confianza», dijo. La alta comisionada mantuvo encuentros telemáticos con los titulares de unas 70 misiones extranjeras en China, según fuentes diplomáticas, que señalaron que les dio garantías de su acceso a centros de detención y a defensores de las libertades. Su oficina informó también de reuniones con organizaciones de la sociedad civil, representantes empresariales y académicos.

Además de las detenciones masivas, investigadores y activistas denuncian que las autoridades chinas han desplegado una campaña de trabajos forzados, esterilización de mujeres y destrucción del legado cultural uigur en Xinjiang.

Grupos de exiliados de esta comunidad han celebrado manifestaciones en las últimas semanas presionando a Bachelet para que visite a sus familiares detenidos en la región.