«Lo importante es que entendamos qué nos ha traído hasta aquí»
Dos años después de fichar por la Real, Natalia Arroyo (Esplugues de Llobregat, 1986) ha guiado a su equipo por primera vez en su historia a acabar la Liga segunda y con la clasificación a Champions League. La línea no ha sido recta, pero la se asegura feliz con la experiencia y el resultado.
Natalia Arroyo acaba mayo «intentando asimilar y valorar en su justa medida» la temporada de la Real que, por primera vez en su historia, acaba la Liga en la segunda plaza y con la clasificación a Champions League en el bolsillo. Algo que «apreciamos aunque creo que su dimensión concreta no la podemos valorar todavía». Tampoco puede evitar llegar a fin de mes «con esa mirada al año que viene que nos llega con tantos retos aunque con ganas de descansar».
Entre la configuración de la plantilla y la del calendario con Champions, Eurocopa y Copa América, ya tendrá que invertir unas cuantas horas en planificación todavía.
Por suerte, gran parte del trabajo de configuración de la plantilla está hecho, la continuidad de las jugadoras nos da esa tranquilidad aunque todavía hay trabajo. Y sí, hay que ajustar los diferentes momentos de la pretemporada, amistosos, cuánta gente, del B... Y manejar los distintos ritmos de pretemporada va a ser difícil pero también es un indicativo del nivel que empieza a tener esta plantilla.
Sea sincera. ¿Quiere a España, Finlandia, Colombia y Venezuela peleando por las medallas o prefiere que caigan cuanto antes?
Que apuren hasta final de julio, que les esperaremos en agosto con ganas de que nos lo cuenten. Habría sido más comprometedor con previa en agosto, tendríamos que partirles mucho la posibilidad de desconectar. Va a ser exigente para ellas, entiendo que sobre todo España y Colombia pueden tener un recorrido más largo pero cuanto mejor y más bonita y alegre sea la experiencia para ellas, muchísimo mejor para el equipo. Por mi que apuren, que lo celebren y si vienen contentas y satisfechas, a lo largo del año van a tener más sensación de hacer las cosas bien y de haber crecido.
Se marchan con la satisfacción de haber conseguido un logro histórico. También usted y se habla poco de que lo ha conseguido en su primera experiencia como entrenadora de club.
Pues más bien creo que se personaliza en la persona más visible, que soy yo, pero todo el mundo tiene protagonismo en el trabajo del cuerpo técnico. Edurne, Erik, Eder, Beñat, Andrés, Iñigo, Natalia, Ane...
Venga, ya que los aplausos suelen ser para las jugadoras y los palos para las entrenadoras, pude ponerse una medalla.
Pero es que yo me quiero acordar de toda la gente. Por supuesto de Garbiñe y de Eli Capa, uno de los grandes fichajes que hemos hecho para conseguir esto, que la jugadora pudiera centrarse en jugar y que nosotros le diéramos todas esas herramientas. ¿Yo tengo protagonismo? Si pero yo soy el equipo. Lo hemos hecho todos y lo hemos recogido todos. Y estoy encantada de la vida.
«Desde el primer día aquí he crecido y el club está creciendo también. Es lo que quería darle a la Real, puedo decir con orgullo que lo estoy haciendo»
¿Tanto como esperaba estarlo hace dos años, cuando firmó con la Real? ¿Hasta qué punto se han cumplido sus expectativas y no me refiero exclusivamente a los resultados?
Tenía claro que esto me tenía que servir para aprender y lo estoy haciendo. Y he sido capaz de implementar mis ideas como pensaba en su gran mayoría. También sabía que el día a día me iba a ir diciendo por aquí no, por aquí… Creo que va bastante cerca de lo que esperaba. No hablo sólo de resultados, que puedes controlar un poco menos, pero sí en conseguir que la jugadora disfrute en el día a día, sienta que se está haciendo mejor, dando pasos adelante. Quería y creía en un trabajo de todo el mundo y creo que hemos dado con la tecla. Tenía claro que con paciencia a veces y con exigencia otras, íbamos a dar esos pasos. Y veo que desde el primer día aquí he crecido y el club está creciendo también. Es lo que quería darle a la Real y a fecha de hoy puedo decir con orgullo que lo estoy haciendo.
La línea no ha sido recta. No sé si esa valoración era tan positiva hace un año, tras una primera temporada que deportivamente fue buena pero dejó algún sinsabor.
Ha habido momentos en que te preguntas en qué medida muchas de las cosas que ocurren tienen que ver con tu incapacidad o con tu inexperiencia. Pero en el momento que acepto, sé que va a haber cosas que no voy a saber manejar bien. Muchas de las cosas que ocurrieron el año pasado eran primeras veces y las haces lo mejor que sabes. Gracias a esto sale bien, esto no... vas mejorando. Te preguntas si tienes capacidad o no, por supuesto, y tienes que abordarlo. Pero puedo decir con toda sinceridad que en ningún momento de todo el proceso, y teniendo la suerte de venir de trabajos que me gustaban mucho, he dicho si lo llego a saber no vengo. Hubo momentos difíciles, en los que crees que estás haciendo daño a personas, o algo no está funcionando, el equipo no es el que quieres que sea... Pero sabía que el camino no iba a ser siempre bonito, como sé que el año que viene no va a ser este año, todo maravilloso y redondo. O igual sí. Pero el verano pasado hubo un punto y aparte y hemos continuado la historia.
¿Cuántas veces se ha mordido la lengua, dentro y fuera?
Muchas y ninguna a la vez. Públicamente tenemos que saber lo justo, hay cosas de un grupo que se tienen que quedar dentro. Y dentro, intenté ser siempre lo más clara posible, pude acertar o no, pasarme a veces de clara y la sinceridad no siempre se recibe bien y tienes que elegir mejor los momentos. Hay que intentar empatizar con las personas. Siempre he intentado no quedarme las cosas para mi aunque tampoco sea esto te lo quiero soltar y te lo suelo, hay que intentar manejar las emociones. Pero no creas que me la he mordido tantas veces. Todas las historias tienen sus versiones, yo tengo la mía y he intentado saber la de los otros lados. Y me quedo bastante satisfecha con que va pasando el tiempo y has podido ir diciendo a todo el mundo cómo has vivido tú las cosas y les has preguntado también a los demás.
Viniendo del escenario que venía, ¿la confianza del club con la renovación y más aún la que claramente le ha mostrado el vestuario ha sido lo más reconfortante del curso, por encima incluso de los resultados?
Sin duda. Porque al final vamos a ser lo que recuerden de nosotros. El año pasado fue un contraste para mi porque venía de un contexto de selección que es más amable aunque allí también convoques a unas jugadoras y otras no. Noto el cariño y el agradecimiento de las jugadoras con las que trabajé. Es un poco más duro cuando no estás siendo tan bien recibida o cuando no das con la tecla con x jugadora. Intenté averiguar de qué manera podía hacerlo mejor para afinar mucho más este año. Y estoy muy satisfecha, por supuesto del clima que el grupo ha sido capaz de tener por sí mismo, de la conexión que hemos encontrado todo el staff, de habernos acercado tanto a las jugadoras,de haber acertado mucho más con los momentos para hacerlo... Al final eso se traduce en que la jugadora te agradece que le dijeras y le explicaras. Porque uno de los objetivos que tenemos no es caerles bien sino haberles sido útiles y eso pasa a veces por decirles cosas que no les gustan o sentarles y explicárselo después. Y que a la larga puedan decir ostras, pues esto que me dijo esta entrenadora me ayudó, me fue útil, me hizo mejor. Ha habido conexión, desde el primer día, ellas la han demandado y nosotros hemos encontrado lo que el equipo quería.
¿Cuál ha sido su principal aprendizaje en estos dos años?
Que no vas a llegar a todo y hay que priorizar. Que no hay que dejar pasar las conversaciones que hay que abordar pero tampoco tenerlas en un mal momento. Que hay que observar mucho al grupo y si crees que a una jugadora le pasa algo, hay que preguntarle y escucharle. Que hay que dar poder a las jugadoras para crear y decidir y luego darles cobijo para que todo esté ordenado. Ya lo hacía en la selección y aquí ahora, intentar darles contexto para que ellas se expresen en sí mismas..
«Sobre todo que el equipo ha sido equipo. Lo hemos sacado desde el grupo, desde que todo el mundo se ha sentido “parte de”, jugase o no»
¿Esa ha sido la clave del éxito? ¿O hay más?
Sobre todo que el equipo ha sido equipo. Es verdad que todo ha salido bien. Queríamos una plantilla corta para que todo el mundo estuviera muy metido y eso tiene sus riesgos pero nos ha salido bien. No sólo porque ha habido pocas lesiones sino también porque hemos sido valientes para utilizar todos los recursos y las jugadoras han respondido. El año pasado cuando lo intentamos no salió tan bien pero este año la jugadora ha sentido esa confianza que teníamos en ella, el grupo la ha abrigado. Lo hemos sacado desde el grupo, desde que todo el mundo se han sentido “parte de” jugase o no, dándole valor al entrenamiento, ayudando a darle confianza a la de al lado, apretándole para que diera su mejor rendimiento... Hemos sido un equipo.
Recupere por un momento su trabajo de periodista. ¿Cómo definiría la temporada de la Real vista desde fuera?
Creo que ha sido un equipo reconocible en todos los escenarios. Hemos jugado muy bien fuera de casa, hemos sufrido y hemos competido, cuando no se podía jugar tan bien lo hemos intentado, hemos cometido errores y hemos seguido sin dudar del camino... Creo que la fidelidad a un estilo de juego tiene un valor altísimo. Y creo que la conexión del equipo con la afición también ha sido importantísimo. Y todo ha cuadrado porque a veces hay mucha filosofía pero poca concreción pero esta vez ha habido concreción.
Si me permite, yo me quedo con la madurez y la competitividad que muchas veces habíamos echado en falta en la Real.
El propio equipo lo ha reconocido. Ha sacado una fuerza para decir “este no me lo ganan”. Partidos que antes se nos escapaban y que son los que marcan la diferencia. Ese punto de piña, de quedan siete minutos y aquí no se escapa nada, el «not in my house» que decían ellas... Ha sacado rabia, orgullo, casta, ha sido listo.
Ha parecido que lo hacían tan fácil que les van a exigir repetir. Y se puede hacer una gran temporada y acabar en la cuarta o quinta plaza.
El equipo es consciente de lo que ha costado, de que hay partidos que se han decidido por detalles que podían haber caído del otro lado... Yo creo que vamos a ser capaces de resetear y de arrancar sabiendo que no estamos obligadas a nada más que a hacerlo lo mejor posible. No es que no nos tengamos que exigir, todo lo contrario, y sé que lo vamos a hacer. Pero creo que lo importante es que entendamos qué nos ha llevado hasta aquí, el proceso. Y a partir de ahí, veremos si el resultado vuelve a ser el mismo. Pero no ir a por el qué antes de a por el cómo. Hemos llegado a los resultados desde una manera de entrenar, de trabajar, de plantear los partidos y hay que seguir agarrándose a eso. Esta temporada nos da convicción en ello y ese va a ser el reto y lo ilusionate.