Bidasoa Irun conserva una mínima esperanza de poder recuperar la segunda plaza que ahora tiene el Fraikin Granollers y poder finalizar así como subcampeón. El conjunto amarillo no depende de sí mismo. Para empezar, debe vencer al Benidorm y esperar una derrota casera del Granollers frente al Valladolid.
El técnico del cuadro irundarra, Jacobo Cuétara, ha reconocido la dificultad del objetivo, pero se ha mostrado convencido de que sus jugadores, pese a lo larga que se les está haciendo esta temporada, saldrán a por todas, ya que, además de la lucha por el subcampeonato, hay otros pequeños objetivos por conquista.
«Está la lucha por el subcampeonato, el jugar en casa, el terminar con buenas sensaciones, el conseguir el mayor número de puntos posible y la marcha de ciertos jugadores que querrán despedirse a lo grande, ganando en casa con el apoyo de la afición. Nosotros vamos a seguir luchando por ganar partidos y por el subcampeonato, no entendería otra opción», ha indicado.
El partido supondrá el adiós de cuatro jugadores de BidasoaIrun que han anunciado su cambio de aires, los porteros José Manuel Sierra y Xoan Ledo, además de Adrián Fernández y Kauldi Odriozola, todos ellos pilares básicos para el equipo.
El equipo local no podrá contar con Rodrigo Salinas, quien será operado de sus problemas de menisco en su rodilla izquierda; ni con Jon Azkue, que se produjo un esguince de grado II/III en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha, como consecuencia de un golpe en el último partido en Huesca. Tampoco estará Víctor Rodríguez, aún renqueante de su lesión en el hombro.
«Me preocupa que sigan cayendo jugadores, pero es algo que sabíamos que iba a suceder. El tema era evitar lesiones graves y, a día de hoy, todos van a poder comenzar la pretemporada, con lo cual vamos librando», ha manifestado un Cuétara que se ha quejado de la saturación del calendario.
«Sabíamos que en esta situación íbamos a estar sí o sí porque no había otra manera. Cuando vimos el calendario de febrero y marzo, sabíamos que esto iba a suceder, como les ha sucedido a otros equipos. Es insalvable y, a pesar de eso, hemos competido muy bien», ha recalcado.
Por todo ello, no ha dudado en asegurar que «esta es la temporada más complicada» que he tenido en su vida, «sin duda». «Y posiblemente sea de la que más orgulloso estoy, independientemente de si quedamos segundos o terceros, porque no recuerdo otra con tantas dificultades y luchando en todas las competiciones. La verdad es que para mí es un orgullo», ha finalizado.
Juez del descenso
Por su parte, Helvetia Anaitasuna será uno de los jueces del descenso, pues visita al Nava, que se juega la permanencia y que no dará ninguna facilidad a los visitantes, situación que empujará al bloque navarro a salir «a buscar el partido», como ha manifestado su técnico, Quique Domínguez.
El equipo blanquiverde quiere acabar con un buen sabor de boca, enlazando su segundo triunfo, tras el importante logrado en casa frente a Logroño, tras una temporada con ciertos altibajos y en la que Anaitasuna ha dejado grandes partidos para el aficionado.
El partido será también el de la despedida de jugadores como Ander Izquierdo, Xabi Etxebarria, Juan del Arco, Héctor González y Bulkin, algunos de ellos fundamentales en la presente campaña y en la historia más reciente de la entidad iruindarra.
Además, está la posibilidad de alcanzar la octava plaza, en caso de ganar y de que Huesca caiga contra Cuenca, un aliciente añadido para una plantilla que no ha tenido un año fácil debido a las lesiones, positivos en covid y falta de continuidad en su dinámico juego.
«La segunda vuelta es muy floja a nivel de resultados. Eso se nota en el equipo, porque no tiene ni la confianza ni la frescura que tenían en la primera vuelta», ha reconocido Domínguez.