La Diputación de Gipuzkoa y la asociación Intxorta 1937 han ofrecido este miércoles una rueda de prensa en la que han informado sobre la marcha de la investigación que arrancó en Debagoiena en 2020 y que el año pasado se extendió a todo el herrialde sobre los niños y niñas que tuvieron que huir frente al avance de las tropas franquistas.

Si bien en principio se calculaba que serían unos 5.000 los menores exiliados, a día 1 de junio ya estaban confirmados 6.819 nombres. Además de estas identificaciones se busca «material de la época, fotos con su familia biológica y su familia de acogida…», ha explicado Julia Monge, de Intxorta 1937.

Aunque la principal urgencia, por razones biológicas, es la localización de supervivientes que aporten su testimonio, para que este pueda quedar registrado. Se han llevado a cabo hasta ahora 45 entrevistas.

Durante meses la búsqueda ha estado centrada en diferentes archivos, pero la investigación se ha ampliado recientemente con una oficina itinerante que ha pasado por Irun, Eibar, Soraluze y Tolosa, y que en breve estará en Andoain y Donostia. En la capital, donde se han identificado 2.773 niños y niñas de la guerra (el 40% del total), se dispondrá un espacio en la sede de la Diputación los días 27 y 29 de junio, y 11 y 12 de julo (de 10.00 a 14.00) para recoger datos. También existe la opción de escribir al correo electrónico intxorta1937@gmail.com.

Por Irun, Catalunya o Bizkaia

El historiador Josu Chueca ha explicado que la primera oleada de niños y niñas huyó de Gipuzkoa a través de Irun en setiembre de 1936. Otros escaparían a Catalunya, desde donde pasarían hacia el norte en 1939, al ver que los sublevados iban a ganar la guerra.

Ya con el paso del Bidasoa cerrado, las familias de Gipuzkoa fueron escapando hacia el oeste. Hubo niños y niñas que partirían de Bilbo y Santurtzi, y más tarde de Cantabria o Asturias. Además del Estado francés, Bélgica, Inglaterra, México, Argentina o la URSS fueron algunos destinos.

Chueca ha destacado que en este último país se pusieron en marcha dieciséis casas de acogida para menores vascos, de las que «cinco o seis estaban en Ucrania, en ciudades que ahora vemos en la televisión» porque están siendo escenario de otra guerra.

«85 años más tarde nos corresponde acoger a niños y niñas que huyen de guerras como la de Ucrania o las de otros países, igual que otros acogieron antes a nuestros niños y niñas migrantes», ha comentado Ion Gambra, director foral de Derechos Humanos, quien ha llamado a la sociedad guipuzcoana a colaborar para identificar a estos menores y poder recoger los testimonios de los que aún siguen vivos.

Gambra ha adelantado además que en unos meses se organizará un acto de reconocimiento, más o menos en febrero próximo, y que se está estudiando la posibilidad de montar una exposición itinerante con el material recabado.