Aritz Intxusta
Redactor de actualidad

La verdadera jugada de Sayas y Adanero pasa por ganarse al PP

La puesta de largo de la plataforma de Sergio Sayas y Adanero no trajo el nacimiento de un nuevo partido político. Tampoco hubiera sido inteligente hacerlo. Esto va de alianzas.

Sayas y Adanero, al presentar su plataforma.
Sayas y Adanero, al presentar su plataforma. (Eduardo SANZ | Europa Press)

Sergio Sayas y Carlos García Adanero presentaron el martes una plataforma y no un partido. Del abanico de posibilidades, esta era la más probable e inteligente. La derecha en Nafarroa está hoy fragmentada en cuatro formaciones y, en consecuencia, la nueva Plataforma Navarra hubiera sido la quinta. A todas luces, demasiadas.

De las cuatro formaciones preexistentes, tres están agrupadas en Navarra Suma (UPN, Ciudadanos y PP) y la cuarta (Vox) no obtuvo representación parlamentaria. Navarra Suma es una coalición que principalmente funciona a nivel de Parlamento y, en menor medida, en el Ayuntamiento de Iruñea. En redes sociales, la cuenta principal NA+ se dedica a publicitar su actividad parlamentaria y nada más.

Navarra Suma es la fuerza más votada en la Comunidad Foral y cuenta con 20 escaños de 50, que se distribuyen de así: 15 UPN, 3 Ciudadanos y 2 PP. Este reparto nos indica tres ideas clave: que existe una hegemonía muy clara de UPN, que en las pasadas elecciones el segundo partido más fuerte era Ciudadanos y que al PP se le dio un peso residual.

En la siguiente contienda esto no va a quedarse así. Vox está más confiado en obtener representación, Ciudadanos ha entrado en descomposición –desde luego ya no se le percibe como segundo en fortaleza–, y el PP aspira a dejar de ser el último de a bordo. En definitiva, el escenario en el que desembarca la Plataforma Navarra parece fértil para un movimiento así de audaz.

El escenario en el que desembarca la Plataforma Navarra parece fértil para un movimiento así de audaz.

La entidad constituida por Sayas y Adanero aspira a presentarse a las elecciones, aun sin ser un partido. Para ello, únicamente necesita obtener la referencialidad suficiente como para ser respaldada por PP o Vox y, quizás también, por Ciudadanos. En este preciso orden.
 
Su mayor éxito sería que el PP abandonara Navarra Suma y les diera su apoyo. Esto brindaría a Plataforma Navarra fondos sobrados como para hacer la campaña, cosa que de haber fundado un quinto partido no hubieran logrado.
Con el cambio de aliado, el Partido Popular –que rompió su alianza con UPN en 2008, momento a partir del cual solo realiza pactos puntuales– tan solo se jugaría esos dos escaños que ya tiene con NA+.

En contraprestación, obtendría los dos políticos de derechas navarros con mayor predicamento en el Estado, más los escaños que le correspondieran en caso de que la jugada obtuviera éxito.

El PP, por tanto, es la formación que más contenta está del nacimiento de la plataforma. Desde la ignorancia sobre si la dirección del PP ha tomado ya o no la decisión (que bien pudiera ser), por de pronto, ya podrán acudir a UPN a pedirle mayor peso específico en cualquier tipo de acuerdo que pretendan cerrar.

No está claro, queda aún un año por delante, si Vox y PP están lo suficientemente maduros como para apoyar a una misma plataforma electoral sin que salten chispas. Pero, sin duda, los de Santiago Abascal lo mirarán como un experimento interesante, pues son los más interesados en quitarse cuernos y rabo, para así normalizar acuerdos como los de Castilla y León. Sayas y Adanero estarían felices de conseguir el respaldo de ambos (PP y Vox). Y si un doble apoyo fuera imposible, la posibilidad de seguir adelante solo con el respaldo de Vox les brinda un buen argumento para convencer al PP de que se venga con ellos.

La posibilidad de seguir adelante solo con el respaldo de Vox les brinda un buen argumento para convencer al PP.

Por último, los de ciudadanos son los feos de este baile. Nadie los quiere demasiado. Si la plataforma de Adanero y Sayas logra presentarse con el apoyo de algún partido, a UPN le vendrá bien cuanto apoyo pueda lograr para seguir marcando su hegemonía, pero el que les pueda granjear Ciudadanos no será mucho. A Sayas y Adanero solo les interesaría Ciudadanos para hacerle un jaque mate, robándole a UPN sus dos socios actuales. Pero es improbable que Vox y Ciudadanos apoyen una misma plataforma. Y a Sayas y Adanero les apetece mucho más un Vox al alza que un Ciudadanos arruinado.
 
Esbozado este escenario, basta con comentar que en la presentación de Plataforma Navarra no hubo grandes sorpresas y no aparecieron pesos pesados de la derecha. Una exalcaldesa de Lizarra y el exconsejero Luis Zarraluqui, como rostros principales. El PP no envió embajadores oficiales a la presentación de la plataforma, pero Vox sí. 

Impactante, por tanto, no fue la presentación. En cuanto a si el acto fue suficiente como para percutir la correlación de fuerzas entre la fragmentada derecha navarra, entiendo que sí. Que con lo que lograron ya les basta.

Hay que recordar que no es para nada inhabitual que la derecha en Nafarroa se presente dividida en dos o tres formaciones. Lo común, de hecho, es que dos de ellas obtengan representación y, en caso de haber tercera, esta se quede fuera. Así sucedió en 2015 (15 UPN, 2 PP, 0 Ciudadanos), en 2011 (UPN 19, 4 PP, 0 CDN), 2007 (22 UPN, 2 CDN) y en 2003 (23 UPN, 4 CDN). Hay que viajar, de hecho, hasta 1991 para encontrar un parlamento como el actual, con una única lista lista de derechas. Ese año UPN obtuvo 20, los mismos que hoy Navarra Suma.