El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha eliminado el derecho constitucional al aborto en el país tras anular, tal y como se filtró a principios de mes, el fallo Roe contra Wade, que reconoció por primera vez el derecho de las mujeres al aborto sin restricciones durante el primer trimestre del embarazo, un precedente legal que se lleva usando en el país desde 1973.
La decisión ha sido adoptada con el voto a favor de los seis jueces conservadores y el rechazo de los tres magistrados liberales del alto tribunal.
Los legisladores de más de una veintena de estados conservadores tienen preparados ya proyectos de ley que prohibirían o restringirían el aborto en el momento en que Supremo anulara Roe contra Wade, según explicaron al principios de mes fuentes judiciales al periódico ‘The New York Times’.
Al eliminar el carácter de derecho constitucional, el fallo del Supremo da vía libre a los estados para ejecutar su prohibición, en medio de una disputa sobre una ley de 2018 aprobada por la legislatura republicana de Mississippi para prohibir los abortos después de las 15 semanas.
En este sentido, los legisladores de más de una veintena de estados bajo el mandato del Partido Republicano tienen preparados ya proyectos de ley que prohibirían o restringirían el aborto en el momento en que Supremo anulara Roe contra Wade, según explicaron al principios de mes fuentes judiciales al periódico ‘The New York Times’.
Tres ya han dado el paso
De hecho, Kentucky, Luisiana y Dakota del Sur han prohibido la interrupción del embarazo este mismo viernes nada más conocerse la decisión del Tribunal Supremo, ya que habían aprobado con anterioridad sendas leyes que han entrado en vigor tan pronto se ha hecho pública el fallo.
La organización Planned Parenthood, que cuenta con la mayor red de clínicas de salud reproductiva de Estados Unidos, y el Instituto Guttmacher, advirtieron este viernes que otros 23 estados podrían poner en vigor con rapidez la prohibición al aborto.
Los estados de Arkansas, Idaho, Mississipi, Misuri, Dakota del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah y Wyoming han aprobado leyes prohibiendo el aborto que entrarán en vigor tras la sentencia del Supremo.
En el caso de Idaho, Tennnessee y Texas la prohibición a la interrupción del embarazo no entrará en vigor hasta dentro de 30 días, según los datos del Instituto Guttmacher.
Otros estados, como Arizona, Georgia, Iowa, o Michigan, tienen restricciones preparadas que ahora podrían entrar en vigor.
En estos momentos, solo 16 estados (California, Colorado, Connecticut, Delaware, Hawái, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Nevada, Nueva Jersey, Nueva York, Oregon, Vermont, Rhode Island y Washington), así como el Distrito de Columbia, han adoptado leyes que refuerzan la protección del derecho al aborto.
En total, al menos 36 millones de mujeres en edad reproductiva podrían perder el acceso al aborto, según Planned Parenthood, que calificó la decisión de «devastadora» sobre todo para las personas más vulnerables de la sociedad como «las comunidades negras, latinas e indígenas, las personas con discapacidades, las que viven en áreas rurales, jóvenes, inmigrantes y quienes tienen dificultades financieras».
Mensaje a la nación de Biden: «EEUU retrocede 150 años»
En un mensaje a la nación, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha advertido de que la decisión adoptada por el Supremo «pone en riesgo» la salud y la vida de las mujeres, a la vez que hace «retroceder a Estados Unidos 150 años». Por ello, ha tildado esta jornada como «un día triste para el tribunal y para el país».
«No lo ha limitado [el derecho al aborto]. Simplemente se lo ha quitado [a la ciudadanía]. Eso nunca se ha hecho con un derecho tan importante para tantos estadounidenses, pero lo han hecho», ha lamentado.
El actual inquilino de la Casa Blanca ha incidido en que la resolución ha sido impulsada por tres de los jueces del Supremo que en su día fueron nombrados por el expresidente Donald Trump, con lo que la decisión está marcada por una «ideología extrema» y es la culminación de «un esfuerzo deliberado durante décadas» por «alterar el equilibrio» de la legislación estadounidense.
Garantizar el derecho de la mujer a viajar a otro estado
Asumiendo que la resolución del Supremo «tendrá consecuencias reales e inmediatas», Biden ha garantizado a las mujeres el derecho para viajar desde estados donde esté prohibido el aborto hacia otros que sí lo permitan, a la par que ha asegurado el acceso a los medicamentos necesarios para aquellas mujeres que lo precisen.
«Si algún funcionario estatal o local, alto o bajo, intenta interferir con una mujer que ejerce su derecho básico a viajar, haré todo lo que esté a mi alcance para luchar contra ese ataque profundamente antiestadounidense», ha añadido, apuntando también que, «al limitar el acceso a los medicamentos, la mortalidad materna aumentará en Estados Unidos».
Finalmente, el mandatario ha advertido de que su Administración «utilizará todos sus poderes legales» para restituir el derecho al aborto y ha instado a «actuar» tanto al Congreso como a la propia ciudadanía.
Al Congreso le ha pedido que restablezca el derecho al aborto como una ley federal. Pero la aritmética parlamentaria no es favorable a los demócratas, quienes no cuentan con los votos necesarios para hacer esto a día de hoy.
En ese sentido, ha animado a la ciudadanía a «hacer oír su voz» en las próximas elecciones de noviembre. «En otoño, deben elegir más senadores y representantes que codifiquen el derecho de la mujer a elegir en la ley federal una vez más», ha dicho.
«Puedes tener la última palabra. Esto no ha terminado», ha señalado Biden, quien considera que el caso es «atípico entre las naciones desarrolladas», aunque también ha hecho un llamamiento a la calma y ha pedido que las protestas ciudadanas que se lleven a cabo sean de carácter pacífico.
Otras reacciones
Por su parte, la líder de la mayoría demócrata en la Cámara Baja de EEUU, Nancy Pelosi, ha calificado de «insulto» y de «bofetada» para las mujeres el fallo de este viernes del Tribunal Supremo del país que revoca la protección del derecho al aborto.
«Esta decisión cruel es escandalosa y descorazonadora», ha dicho Pelosi visiblemente afectada en una rueda de prensa en el Capitolio.
El líder de la minoría republicana de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ha sido uno de los primeros responsables del Partido Republicano en aplaudir la decisión del Supremo; un dictamen que «salvará innumerables vidas inocentes».
«La Corte Suprema tiene razón a la hora de devolver a los estados y a sus representantes electos el poder de proteger a los no nacidos. Vamos a trabajar para seguir rechazando estas políticas extremas que permiten el aborto tardío con el dinero del contribuyente», ha añadido en una declaración recogida por la cadena NBC.
Por contra, grupos por la defensa del derecho al aborto como el Instituto Guttmacher, han criticado a los «ideólogos antiabortistas» del Supremo por «desatar la incertidumbre y el dolor sobre las personas que no piden nada más que ejercer su derecho fundamental a la autonomía corporal», según su presidenta y directora general, la doctora Herminia Palacio.
La ONG Human Rights Watch (HRW) también ha criticado el fallo y recordado que «el acceso al aborto es fundamental para garantizar muchos Derechos Humanos fundamentales, incluido el derechos a la vida y a la seguridad de la persona; privacidad; no discriminación; y libre de crueldad, tratos inhumanos o degradantes, entre otros», según ha hecho saber su directora adjunta y responsable de la división para los derechos de la mujer, Amanda Klasing.
«Todos estos derechos están reconocidos en el derecho Internacional a través de tratados ratificados por Estados Unidos», ha añadido.
Protestas
Nada más conocerse el fallo, cientos de personas se han concentrado frente a la sede del Tribunal Supremo de Estados Unidos en Washington para protestar contra la decisión de la corte de revocar la protección al derecho al aborto.
El flujo de personas que llegan a la sede de la mayor instancia judicial del país continúa para sumarse a la protesta. Muchos de ellos están pertrechados con carteles que rezan ‘Revocar Roe, ¡Por Dios, No!’ y ‘Aborto a la carta y sin disculparse’.
Algunas manifestantes, muchos de ellas jóvenes, lloraban tras la decisión.
El edificio del tribunal está completamente blindado y rodeado con una doble fila de vallas y policías desplegados cada pocos metros.
Durante la protesta, los participantes entonaron lemas como ‘Es una decisión ilegítima’ y repartieron pegatinas y pañuelos con los mismos mensajes que los carteles.
«Yo vivo en la realidad, aunque el aborto sea ilegal, los abortos no pararán. Y cuando las mujeres se ven desesperadas, harán barbaridades contra sí mismas», ha dicho a Efe Vanessa, originaria de Nueva York, que se ha unido a la protesta frente al Supremo.
«Si ellos están dispuestos a hacernos esta barbaridad, van a ir contra los derechos LGTB –ha añadido–. Esto se va a hacer lío muy horrible, esto va a afectar a parejas, a la gente que quiera tener hijos y que tengan una complicación».
Frente a los manifestantes partidarios del derecho a abortar, hay otro grupo en contra de este procedimiento, que está celebrando la decisión judicial con cantos y bailes, aunque no hay tensión entre ambas protestas.
Matrimonio homosexual y anticonceptivos
Después de cercenar el derecho al aborto, hay quien pretende atacar también el matrimonio homosexual y los anticonceptivos. Un juez del Tribunal Supremo estadounidense, el conservador Clarence Thomas, ha defendido este viernes que se revisen en el futuro los precedentes legales protegidos por la doctrina del «debido proceso fundamental», lo que incluye el fallo que protege el derecho al matrimonio homosexual en su precedente Obergefell contra Hodgges.
Además, el magistrado ha hecho mención expresa de los fallos previos del Supremo que garantizan el acceso a anticonceptivos a parejas casadas (Griswold contra Connecticut).
Aunque la decisión de este viernes sobre el aborto no afecta otros fallos sobre casos como el del matrimonio homosexual y los anticonceptivos, la opinión de este juez establece claramente que todos estos casos deberían ser revisados porque se basan en la doctrina del debido proceso fundamental.