Ai amaaaa! En los bares de las angostas calles de Alde Zaharra de Iruñea se hacían cruces a las 8.45 mirando al cielo, ante el primer aguacero matinal: ¿dónde vamos a meter a tanta gente? Y es que el cartel de completo, dentro y fuera de los locales, está colgado hace meses.
Es más, hay un buen número de bares que dejan claro estos días que tienen reservado para almuerzos todo su aforo hasta el día 14. Supone un indicador de cómo vienen estos Sanfermines: sobre todo para los de casa (pocos se irán este año de vacaciones estos días, tras dos años de sequía) y para visitantes del resto de Euskal Herria y otros puntos cercanos. Es decir, para gente a la que le gusta almorzar, como mejor forma de preparar el cuerpo para los exigentes Sanfermines de día.
Así que no ha extrañado que se tuvieran que improvisar todo tipo de artilugios a falta de sillas:
Lo importante es que la lluvia ha dado tregua posteriormente y quienes han almorzado entre las 10 y 11 han tenido una ventana de disfrute que han aprovechado a tope:
Después del típico almuerzo al liooo pic.twitter.com/nV6eZLkFDs
— Naiara Balerdi 賂賂懶懶懶懶懶懶懶 (@BalerdiNaiara) July 6, 2022
El mejor almuerzo del año #vivasanfermin pic.twitter.com/eM3V4W8CC3
— Puy Trigueros (@puytri) July 6, 2022
Para quienes han querido arrancar antes, como sarna con gusto no pica y el ritual es imperdonable, se han improvisado todo tipo de soluciones: desde cambiar plato por bocadillo para poder comer de pie hasta directamente dejarse empapar por fuera, que por dentro va de suyo. Hoy, con las fuerzas intactas y las ganas a punto de desbordarse, no ha importado que las magras fueran con tomate aguado ni los huevos con txistorra entre pan y pan.
¿Japón y Hawai? Pues también
Para «diferentes», desde frikis a giris o simplemente gente que ha andado tarde a la hora de reservar, 2022 ha traído ofertas nuevas anunciadas muy a última hora. De japonés a hawaiano. Esto sí que no lo esperaba el borrachín de Hemingway cuando internacionalizó los Sanfermines.
Locales que ofertaban sushi han tenido su clientela, que sin duda habrá acabado el yantar con la ropa más limpia que los lamparones que lucían los más clásicos. Lo mismo con los que servían pokes, aunque no cabe engañarse, hermanos y hermanas: el festín de calorías va a estar servido en las siguientes 204 horas, eso tiene poco remedio.