El FIDMarseille o Festival Internacional de Cine de Marsella, que se prolongará hasta el próximo 11 de julio, incluye en su programación ‘Paraíso’, un filme dirigido por las cineastas navarras Maddi Barber (‘592 metroz goiti’, 2018) y Marina Lameiro (‘Dardara’, 2021).

Desde Marsella, ambas cineastas explican a NAIZ que «este proyecto se desarrolla en torno a un bosque muy específico y singular de Lakabe. Fue un bosque de pinos plantado en los 60 por mediación de un proyecto de forestación franquista. Antes eran campos de cultivo o en los que pastaban animales y, ahora, los habitantes actuales de Lakabe han querido devolverle su estado natural a este bosque».

Regresando al paraíso

Maddi Barber, natural de la localidad en la que se encuentra este enclave, añade que «Paraíso es una de las zonas que englobó este bosque de pinos y que ahora vuelve a ser lugar de cultivo y de pastoreo tras ser descubierto de manera accidental por quienes viven actualmente en la zona. Siguiendo un sendero entre pinos, semioculto toparon con esa campa y la llamaron Paraíso. Recuerdo que este era un lugar que frecuentaba mucho siendo niña. En este rincón, alejado de todo, hacíamos acampadas o simplemente nos dedicábamos a observar las estrellas».

Por su parte, Marina Lameiro añade que «es una obra que consta de dos partes que recrean lo que fue este entorno y cómo es en la actualidad. Con anterioridad habíamos participado en otros proyectos de manera conjunta, pero siempre teníamos en mente el deseo de realizar un proyecto entre ambas y la idea de Maddi en torno a Paraíso fue crucial para embarcarnos en esta aventura que contó con el respaldo de Artium Museoa de Gasteiz y que fue comisionada por Garbiñe Ortega».

Lameiro añade que «cuando los habitantes actuales de la zona le explicaron a Maddi que querían registrar este cambio, ella mostró su conformidad pero les explicó que su idea no era hacer algo frío y en clave notarial, quería rodar aquella transformación utilizando otros cauces creativos. Fue entonces cuando me explicó su idea y le mostré mi conformidad para ser parte de ella».

Por otro lado, ambas cineastas también son partícipes de otro proyecto cultural y cinematográfico, el programa Landarte, que celebra su sexta edición bajo el lema ‘Cultura contemporánea y ruralidad’ y que se desarrolla en seis localidades de Nafarroa. Esta apuesta consiste en que varios artistas y creadoras y creadores generarán diversos procesos culturales en colaboración con sus habitantes. Marina Lameiro trabaja en el municipio de Uztarroze y Maddi Barber en Leatxe.
A estas se suman el arquitecto y cineasta Patxi Burillo en Urrotz; la artista visual Greta Alfaro, en San Martín de Unx; los creadores escénicos Itsaso Iribarren y Germán de la Riva, en Faltzes; la ilustradora Andrea Ganuza y la artista visual Karmele Oteros, en Cabredo.

Rincones pequeños, grandes historias

Maddi Barber explica sobre este proyecto que «se trata de una apuesta muy interesante y enriquecedora. Todos los procesos se encuentran actualmente en su fase inicial. Yo me trasladé a Leatxe para tener una primera toma de contacto con al gente de allí y quería ver este lugar que no conocía. Es un rincón pequeño y muy bonito, apenas viven 20 habitantes. En aquellos primeros paseos que hice por mi cuenta descubrí algunos elementos muy interesantes, como por ejemplo, una especie de tótem hecho con piedras que, según me informaron los habitantes, fue creado por un pastor que, para matar el aburrimiento, se dedicaba a apilar piedras».

«Pero por el momento es tan solo un boceto que tendremos que exponer con la gente del lugar para que trabajemos de manera colectiva. Creo que lo que más me llamó la atención de Landarte es que es un proyecto sin prisas, en el que prima sobre todo el proceso de llevar a cabo los diferentes trabajos», añade.

Lameiro también explica que «se está llevando a cabo, hasta el 15 de julio, una labor de prospección, estableciendo vínculos con las localidades donde vamos a trabajar. A continuación, definiremos los proyectos y los desarrollaremos hasta el próximo 2 de octubre».

La cineasta de Iruñea coincide con su compañera en señalar el aspecto positivo que tiene el proyecto Landarte «porque te permite explorar y compartir nueva vías creativas con gente que, en principio, es ajena a esas mecánicas creativas. Es algo muy enriquecedor tanto para ellos como para nosotras».

Finalmente, confiesa: «Yo había estado en Uztarroze siendo niña. Apenas recordaba nada de aquel entorno. Es un lugar muy hermoso y gracias a iniciativas como esta te das cuenta de lo poco que conoces lo que tienes tan cerca».