NAIZ

Rusia dejará de participar en la Estación Espacial Internacional después de 2024

La presencia rusa en la Estación Espacial Internacional concluirá en 2024, según ha anunciado el responsable de Roscosmos, la agencia espacial rusa, Yuri Borissov. El plantamiento de Moscú es tener una estación orbital propia.

La astronauta de la ESA Samantha Cristoforetti vista desde la cámara del casco del cosmonauta ruso Oleg Artemyev en una misión en la Estación Espacial Internacional el 21 de julio.
La astronauta de la ESA Samantha Cristoforetti vista desde la cámara del casco del cosmonauta ruso Oleg Artemyev en una misión en la Estación Espacial Internacional el 21 de julio. (José ROMERO | NASA TV-FRANCE PRESSE)

Rusia dejará de operar en la Estación Espacial Internacional (ISS) después de 2024, una decisión que pone en riesgo la supervivencia de la plataforma, en plenas tensiones por la ofensiva rusa en Ucrania.

Como modelo de cooperación internacional que reúne a países europeos, Japón, Estados Unidos y Rusia, la ISS comenzó a ensamblarse en 1998. Y, aunque su retiro se preveía en 2024, la NASA señaló que su vida podría alargarse hasta 2030.

Rusia desempeña un papel clave en el mantenimiento de la estación en órbita, pero algunas naves se han visto afectadas por las sanciones occidentales debido a la invasión a Ucrania.

El anuncio ruso de querer retirarse del ISS se produce diez días después de que fuera nombrado jefe de Roscosmos, Yuri Borissov, quien sustituyó a Dmitri Rogozin.

«Cumpliremos sin duda todas nuestras obligaciones con respecto a nuestros socios» de la ISS, ha declarado Borissov, durante una reunión televisada con el presidente ruso, Vladimir Putin. «Pero se tomó la decisión de dejar esta estación después de 2024», ha precisado.

«Creo que para entonces comenzaremos a crear la estación orbital rusa, que será la principal prioridad del programa espacial nacional», ha proseguido Borissov.

«El futuro de los vuelos tripulados rusos debe basarse sobre todo en un programa científico sistémico y equilibrado para que cada vuelo nos enriquezca con conocimientos en el campo espacial», ha subrayado el máximo responsable de Roscosmos.

Para el analista espacial ruso, Vitali Egorov, la decisión rusa de abandonar la ISS después de 2024 significará «una pausa de varios años para los vuelos tripulados rusos», puesto que Rusia está lejos de disponer de una infraestructura propia en órbita.

«No habrá ninguna estación orbital rusa ni en 2024, ni en 2025, ni en 2026», ha asegurado France Presse Egorov, antes de explicar que «crear una buena estación espacial en tres años es casi irreal».

Según Egorov, incluso «con la financiación más generosa, el proceso llevará al menos diez años».

Situación difícil

Hasta este nombramiento, Borissov, de 65 años, ocupaba la cartera de viceprimer ministro a cargo del complejo militar-industrial ruso, que también incluye el sector espacial.

«El campo espacial se encuentra en una situación difícil, y creo que mi tarea principal (…) no es bajar el listón, sino subirlo, sobre todo proporcionando los servicios espaciales necesarios para la economía rusa», ha subrayado Borissov, que ha citado sobre todo la navegación, la comunicación y la transmisión de datos.

En este dominio, Rusia se está quedando por detrás de Estados Unidos. La cooperación entre Rusia y Occidente en materia espacial se ha visto lastrada por la ofensiva lanzada por Rusia el pasado 24 de febrero contra Ucrania.

Las sanciones occidentales adoptadas contra Rusia a causa de esta ofensiva afectan en parte a la industria aeroespacial rusa y pone en riesgo a la Estación Espacial Internacional, puesto que algunas provisiones podrían verse interrumpidas

Rogozin, anterior jefe de Roscosmos, ya había insinuado que Rusia iba a renunciar a la idea de extender la vida útil de la ISS hasta 2030 debido a las penalizaciones occidentales. Y llegó a afirmar en marzo que, sin los rusos, la ISS se estrellaría contra la Tierra porque solo el lado ruso tiene los medios para corregir la órbita de la estructura de 500 toneladas.

Pese a la ambición rusa de relanzarse de manera independiente en la carrera espacial, Rusia ha experimentado múltiples problemas desde hace años por la corrupción endémica que ha frenado sus programas y la innovación.

Hasta la ofensiva rusa contra Ucrania, la cooperación espacial no había sufrido demasiado por las tensiones entre Rusia y Occidente.

Pero, en los últimos meses, varios proyectos han sido los más perjudicados por la guerra en Ucrania.

La Agencia Espacial Europea (ESA) comunicó la suspensión de la misión ruso-europea ExoMars y la búsqueda de alternativas para llevar a cabo otras cuatro misiones.

Por su parte, Moscú suspendió el lanzamiento de satélites OneWeb, que ha recurrido a la empresa estadounidense SpaceX de Elon Musk.