El subprefecto de Baiona, Philippe Le Moing-Surzur, ha ofrecido una rueda de prensa este jueves para dar a conocer cuáles serán las medidas para reducir el consumo de agua y hacer frente a la fuerte sequía actual. Este viernes 5 de agosto se han puesto en marcha restricciones de agua en 95 localidades, de las 158 que componen los tres herrialdes.
Las medidas se adoptan en 102 localidades en total del Departamento. Las 95 vascas se reúnen en todo Lapurdi, excepto Gixune, y una gran parte de Nafarroa Beherea, principalmente en el este y sur.
En el Bearno se concentra, en los alrededores de Ortez, como se ve en el mapa de la Dirección Departamental de Territorios y del Mar.
Desde el viernes no se puede regar el césped, los huertos tan solo de 20:00 a 8:00, tampoco se podrá llenar la piscina, lavar el coche o los vehículos profesionales. La multa por no respetar las medidas será de 1.500 euros.
Las restricciones también incluyen a los ayuntamientos, como en el caso de las fuentes decorativas. Las localidades de la costa labortana van a cerrar las duchas de las playas.
Se teme que la situación más grave sea la falta de agua potable en setiembre y octubre, algo que nunca ha ocurrido en Ipar Euskal Herria. Por lo tanto, es posible que ciertas medidas puedan ser necesarias incluso durante el otoño.
El pasado martes se reunió el Gabinete del prefecto de los Pirineos Atlánticos, dirigida por Théophile de Lassuss, su director, para tomar dichas medidas. El prefecto ha hecho un llamamiento público a la responsabilidad ciudadana, para reducir el consumo general de agua potable para usos no necesarios.
Medidas desde julio
Las primeras señales de sequía fueron patentes desde primavera, ya que hubo un déficit pluviométrico de alrededor del 30%. Las olas de calor de junio y julio han acrecentado la escasez, en los cauces y en las napas freáticas.
Las primeras medidas contra la sequía se tomaron en julio en 26 localidades del Departamento, pero no han sido suficientes. Además, no se prevén precipitaciones en las próximas dos semanas.
A nivel estatal, julio fue el mes más seco de la historia, desde que comenzaron a hacerse mediciones en 1959, según confirmó Météo France el lunes. Es por ello, que las restricciones de agua se están dando en numerosos territorios del Estado.
El río Urdazuri, que pasa principalmente por Senpere y Azkaine, se encuentra en niveles históricamente bajos; su cauce ha pasado de 2,1 metros cúbicos por segundo a comienzos de julio, a los 0,7 metros cúbicos actuales.
En esta última localidad ha habido que sacar a peces de su cauce, por la falta de agua. Esta situación también se ha dado en el Errobi en su paso por Ortzaize. El torrente de este último ha pasado de 14 metros cúbicos por segundo, a los 7 actuales.
Agricultura
La sequía está teniendo efecto severo en la agricultura. Es patente en los viñedos de la Denominación de Origen de Irulegi, por lo que se teme que se reduzca la producción anual. La situación es especialmente grave, ya que los viñedos sufrieron los efectos del hielo en primavera.
También hay una gran preocupación ligada a la Denominación de Origen del Pimiento de Ezpeleta. La colecta ha comenzado en julio con diez días de antelación, pero prácticamente toda la recolecta es inutilizable. La producción está en peligro, especialmente si no llueve abundantemente en agosto.
En invierno el Departamento tuvo un nivel pluvial con excedentes, pero desde primavera ha habido un déficit, lo que, unido a las grandes olas de calor posteriores, ha tenido como consecuencia la situación actual. El primer comité tuvo lugar el 5 de julio, pero las medidas tomadas entonces no han sido suficientes.
Las consecuencias también se van a notar en los bosques. La Oficina Nacional de Bosques del Estado francés previene que los efectos podrán tener efectos perjudiciales durante años. Los daños se notarán a través de la llegada de parásitos, la caída precoz de hojas, la lentitud de crecimiento o el riesgo de incendio.