La Real afronta la temporada con el objetivo de volver a lograr una clasificación para Europa, haciendo encadenado este curso su tercera participación seguida en un torneo continental. Frente a los refuerzos materializados en el mercado veraniego, la escuadra txuri urdin seguirá sin poder contar durante los próximos meses con Mikel Oyarzabal, uno de sus buques insignia.
El conjunto guipuzcoano ha gastado su dinero en apuntalar todavía más el ataque, con las llegadas de Mohamed-Alí Cho, Takefusa Kubo y Brais Méndez, en la que será la quinta campaña de Imanol Alguacil –una de ellas a medias– al frente del equipo.
Y lo hace con toda la ambición del mundo, especialmente en una Liga Europa a la que vuelve en su fase de grupos, con la meta de superar por fin la barrera de los octavos, eliminatoria en la que se suele ver apeada la Real.
Ayuda a la causa el hecho de que el equipo base esté más que consolidado, con un centro del campo que derrocha calidad, formado por Mikel Merino, Martín Zubimendi, David Silva, Asier Illarramendi y el prometedor Beñat Turrientes.
Por su parte, la defensa, una de las mejores de toda la competición la pasada campaña, absorbe savia nueva con Pacheco y Álex Sola, ya plenamente integrados como jugadores del primer equipo.
Arriba se espera recuperar la mejor versión del sueco Alex Isak, impresionante en su debut en LaLiga hace dos temporadas, pero oscurecido la pasada, en la que perdió el gol como lo hizo también, sobre todo tras la grave lesión de Oyarzabal, el resto del equipo.
Inminente salida de Ryan
Dejan Donostia jugadores con huella como Monreal, Zaldua, Portu y Januzaj, y también definitivamente un Willian José que se quedará en el Betis, donde ya jugaba en calidad de cedido.
El siguiente en hacer las maletas va a ser Matt Ryan. El guardameta australiano, que sabe que no dispondrá de minutos estando Remiro, ya tiene un compromiso apalabrado con el Copenhague, algo que será anunciado oficialmente en breve.
La Real ha sido uno de los clubes que más ha gastado este verano, cerca de 30 millones, lo nunca visto en la capital guipuzcoana. Se verán compensados en una tercera parte por la entrada de diez, si bien parece que en la entidad txuri urdin no existen problemas de tesorería y podrá asumir el gasto, respaldada por el tirón de su estadio, los derechos televisivos y la disputa de la Liga Europa.
Su masa social se ha contagiado de la ilusión del nuevo proyecto, a pesar de los irregulares resultados en los amistosos de verano, y el club ya no puede dar de alta nuevos abonados, tiene cerca de 38.000, y tratará de que el Reale Arena sea uno de los estadios que más aforo de su grada llene cada jornada.