La actividad de parlamentarias y parlamentarios es necesaria y quien la ejerce debe ver compensados los gastos en los que incurre por su trabajo, aunque en los reglamentos y decisiones directivas adoptados en la Cámara de Gasteiz hay detalles que podrían ser corregidos y que quedan en evidencia en momentos como este mes de agosto, y en situaciones en las que se exigen medidas de ahorro tanto económico como energético.
El artículo 73 del Reglamento especifica que «el Parlamento se reunirá anualmente en dos periodos ordinarios de sesiones, de septiembre a diciembre y de febrero a junio». Esto, en la práctica, significa que durante los meses de enero, julio y las primeras semanas de setiembre (hasta el inicio del curso con el Pleno de Política General) la actividad de los grupos parlamentarios está al ralentí.
Pero lo cierto es que en agosto la actividad parlamentaria desaparece por completo y la agenda está vacía, salvo alguna invitación para acudir al curso ‘Quo Vadis Europa?’ de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
«Gastos de locomoción»
Sin embargo, a pesar de que prácticamente ningún parlamentario ni parlamentaria pisa el Parlamento en agosto, y muy pocos lo hacen durante los meses de enero y julio (habitualmente suelen ser los que viven en Gasteiz o tienen alguna labor de dirección), la Cámara sigue pagando los denominados «gastos de locomoción».
Según la normativa, «los parlamentarios y parlamentarias, en función de su lugar de residencia, tienen derecho a percibir las cantidades que en concepto de indemnización por gastos de locomoción se establezcan en los presupuestos del Parlamento Vasco. Dichos gastos se abonan en 12 pagos». La presidenta no los cobra, por contar con coche oficial y chófer. Cabe pensar que tampoco lo hará quien hace uso habitual del otro vehículo que hay a disposición de la Mesa ni el lehendakari, Iñigo Urkullu, ni el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, que compatibilizan sus funciones de gobierno con sus escaños.
Los parlamentarios elegidos por el territorio de Araba, perciben 370 euros mensuales por estos «gastos de locomoción», los de Bizkaia (y los alaveses de Aiaraldea) 543 euros y los de Gipuzkoa, 596 euros. Cantidades que se les devengarán también este agosto.
La web del Parlamento especifica que estos importes están congelados desde 2009. Cabe recordar que en aquellas fechas los representantes de Gipuzkoa cobraban por «gastos de locomoción» más que la cuantía de la RGI para una unidad familiar unipersonal.
En la liquidación presupuestaria del Parlamento de 2021 se recoge que se destinaron a este fin 553.700 euros, de los que se gastaron 543.466,19, quedando sin utilizar 19.738,61 euros.
Gastos de Vía-T
Cada parlamentario o parlamentaria recibe al comienzo de la legislatura el dispositivo Vía-T para el tránsito, «en el ejercicio de su actividad parlamentaria, exclusivamente por autopistas de peaje de la Comunidad Autónoma del País Vasco, asumiendo la Cámara el pago de los peajes». En la normativa se precisa que los gastos que se den fuera de la CAV «se liquidarán y detraerán del importe de los gastos de locomoción».
Como puede observarse en el cuadro que completa esta información, elaborado por el propio Parlamento, en agosto, a pesar de no haber «actividad parlamentaria», el empleo del Vía-T que costea la Cámara no desaparece por completo, sino que se reduce más o menos a la mitad de un mes de pleno trabajo. El cuadro muestra una disminución del gasto en 2020, pero hay que recordar que ese año se disolvió la Cámara a primeros de febrero y luego las elecciones se aplazaron hasta julio, por lo que durante varios meses solo siguieron en sus cargos los miembros de la Diputación Permanente.
Además de los gastos descritos hasta el momento, el Parlamento cubre también los que se produzcan cuando se realicen actividades de representación institucional, previa autorización de la Mesa de la Cámara. Hablamos de gastos de transporte, manutención, alojamiento, aparcamiento y autopistas. Junto a ello, a cada parlamentario se le facilita un teléfono móvil corporativo y un ordenador portátil «para la recepción de las convocatorias y de la documentación, así como la presentación electrónica de iniciativas». El límite máximo de gastos de roaming es de 100 euros mensuales. El Parlamento también facilita cursos de formación en euskara y en inglés.