Un año después de que los talibán se hicieran con el poder en Afganistán, la Asociación Defensora de los Derechos de las Mujeres Afganas (ADDMA) se ha concentrado en Bilbo para explicar cuál es la situación actual del país y pedir «justicia» a la comunidad internacional.
Una veintena de personas, la mayoría mujeres y niñas, han acudido a la convocatoria organizada por la ADDMA en la Plaza Moyua de Bilbo. Tras una pancarta con el lema ‘Don’t forget afghan woman’ (‘No olvidemos a la mujer afgana’). Los manifestantes han gritado proclamas como «No queremos un Gobierno tirano», «No vendáis Afganistán» o «Queremos Afganistán sin talibán». Además, se han podido ver pancartas con fotografías explícitas de violencia contra las mujeres u otras que denunciaban «el genocidio de los hazara», uno de los grupos étnicos que viven en Afganistán.
Entre los participantes se encontraba la jugadora de baloncesto en silla de ruedas Nilofar Bayat, el director de Inmigración y Asilo del Gobierno de Lakua, Xabier Legarreta, y la diputada foral vizcaina de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, Teresa Laespada.
En declaraciones a los medios, representantes de la ADDMA han explicado que el 15 de agosto de 2021 es «un día oscuro e inolvidable» para Afganistán y que con la concentración de este martes han querido «ser la voz de aquellas mujeres que están silenciadas por los talibanes».
Durante estos 365 días, han apuntado, 6 millones de afganos se han visto obligados a abandonar el país, y han denunciado que muchas mujeres permanecen «encerradas en la cárcel que llaman casa». Por eso, han hecho un llamamiento a la comunidad internacional para mostrar su apoyo a las mujeres y los niños afganos. «Pedimos a la Unión Europea y a el resto del mundo que no nos dejen solas. Las mujeres que están en Afganistán no tienen medios para alzar su voz. Quienes llevaron a nuestro país a la oscuridad y cerraron las puertas de las escuelas a las niñas no deben ser reconocidos», han criticado, a la vez que han pedido a la ONU «que ponga fin a su silencio».
Finalmente, la presidenta de la ADDMA, Arezoo Habibullah, ha asegurado que en la CAV hay unas 120 mujeres afganas refugiadas, aunque no puede precisar el número exacto ya que para muchas la situación no ha cambiado demasiado: «Muchas mujeres afganas que el Gobierno Vasco salvó de Afganistán están dentro de sus casas y no tienen derechos para salir, para aprender el idioma… Están como estaban en Afganistán. La única diferencia es que los hombres tienen libertad pero las mujeres no, por eso no sabemos cuantas somos», ha denunciado.