La cinematografía colombiana tiene a su realizador más prolífico en Harold Trompetero, que ha conseguido forjarse una carrera profesional trabajando en publicidad y combinando comedias populistas con obras más autorales. Al primer grupo pertenecen ‘El Man’ (2009), ‘El paseo’ (2010), ‘Mi gente linda, mi gente bella’ (2012), ‘De Rolling por Colombia’ (2013), ‘Todas para uno’ (2014), ‘Mamá al volante’ (2019) o ‘La pachanga’ (2019).
En el segundo destacan ‘Riverside’ (2009) y ‘Perros’ (2016), protagonizada por John Leguizamo. ‘Un parcero en Nueva York’ (2022) se queda en un punto intermedio, al haber sido rodada en escenarios reales callejeros neoyorquinos, con un argumento inspirado en la experiencia personal del propio cineasta como inmigrante.
La crudeza del ambiente invernal de la Gran Manzana hace pensar al protagonista en su cálida Colombia, con situaciones que parecen guiños cinéfilos al clásico de John Schlesinger ‘Cowboy de medianoche’ (1969).
El que se haya tenido que traducir el título orginal ya da una idea de la dificultad que entraña entender el léxico localista de Bogotá.