El prefecto de Pirineos Atlánticos, Éric Spitz, dejará próximamente su cargo para ejercer de Alto Comisario en Polinesia. El ministro de Interior francés, Gérald Darmanin, ha confirmado este 31 de agosto el nombramiento del alto funcionario para ese puesto en ultramar. Una noticia que, avanzada por "La République des Pyrenées", impregna ya la prensa polinesia.
Éric Spitz ya ejerció de director de gabinete del Alto Comisario del Estado para otro territorio colonial, Nueva Caledonia-Kanaky, entre 2001 y 2003. Entre junio de 2013 y enero de 2016 fue prefecto en Guyana.
De origen alsaciano, Éric Spitz fue nombrado prefecto del departamento del que forma parte Euskal Herria el 18 de febrero de 2019.
Llegó, por lo tanto, en vísperas de la celebración de la cumbre del G7 celebrada en agosto de ese mismo año en Biarritz.
Debió gestionar nada más arrancar mandato un alto desafío en materia de seguridad. Y se ha despedido del puesto tras un evento mayor, el del 23 de julio pasado, en el que, de la mano de Artesanos por la Paz y Bake Bidea, activistas por la excarcelación de los presos más veteranos, bloquearon infraestructuras esenciales del territorio.
Aunque Spitz dijo que no lo harían, los artesanos de la paz ocuparon, por unos minutos, del aeropuerto de Biarritz a las vías del tren en Bokale pasando por la autopista A63 en Baiona. Además de otras muchas vías de comunicación.
Por lo demás, Spitz se marcha dejando tras de sí cerrados y ocupados por la Policía los pasos de muga entre el norte y el sur de Euskal Herria. A él le correspondió ordenar en enero de 2021 ese cierre o control férreo de pasos, que sigue causando perjuicios cotidianos a vecinos de ambos lados de los Pirineos.
En otro orden de cosas, su salida se produce días después de que anunciara, el fin de semana en Bunuze, la creación de un comité para perseguir el fraude en los alquileres.