El sindicato ELA ha rechazado la modificación del Reglamento de Extranjería que ha entrado en vigor el 16 de agosto por «insuficiente y utilitarista» y ha reivindicado que se acometa un cambio «integral» de toda la Ley.

A través de una nota, este sindicato ha manifestado que la medida solo busca «proveer de mano de obra a sectores precarizados, a la medida de la patronal, y sin opciones para eliminar la explotación laboral».

La reforma que ha entrado en vigor este miércoles persigue, según el Gobierno de Madrid, facilitar la incorporación al mercado laboral de las personas que están en el Estado español y, para ello, el real decreto modifica algunos aspectos de la Ley de Extranjería. Entre otros, se permite que los estudiantes compaginen trabajo y estudios y ya no será necesario acreditar una estancia de tres años en el Estado para poder obtener un permiso de trabajo, solamente en el caso de las personas que hayan finalizado sus estudios. Además, la reforma incluye una nueva figura de arraigo por formación, que concede una autorización de residencia por un periodo de doce meses a los extranjeros que han permanecido en el Estado de forma continuada durante un periodo mínimo de dos años si se comprometen a realizar una formación reglada para el empleo.

Revindica el cambio integral de la ley

ELA, por su parte, reivindica el cambio «integral» de la Ley de Extranjería porque esta nueva modificación del reglamento «no es una reforma integral de la propia ley, sino de su reglamento».

Además, prosigue el sindicato, el texto ha sido tramitado «de urgencia, acortando los plazos para su discusión pública y se presenta como una forma de agilizar o facilitar la regularización de personas migrantes en torno al eje laboral».

Tras recordar que el ministro español José Luis Escrivá venía anunciando una posible reforma en este sentido en los últimos meses por la supuesta falta de mano de obra en diferentes sectores, como construcción u hostelería, desde ELA han incidido en que se trata de sectores «completamente precarizados, donde los incumplimientos o la explotación laboral son el orden del día».

A juicio del sindicato, el carácter «utilitarista» de la reforma deja «al margen» la realidad de la migración forzosa y «obvia elementos de inclusión social», por ejemplo, cita ELA, «se deja fuera a las personas menores de edad, que representan un tercio de las personas migrantes».

Desde su perspectiva, las medidas aprobadas se dirigen únicamente a atraer mano de obra, «obviando drásticamente los derechos humanos o las injusticias que se cometen con las personas migrantes».

ELA considera que esta modificación es «completamente insuficiente» y, con ella, «se instrumentaliza la vida y los cuerpos de las personas migrantes», cuando de lo que se trata es de «desplazar el foco del mercado laboral, para centrarse en las cuestiones que alejan a la población migrante del goce pleno de sus derechos en igualdad».