Un palestino ha muerto y otros veinte resultaron heridos este martes durante una incursión militar de Israel en Jenin, en el norte de Cisjordania ocupada, donde los soldados demolieron la casa familiar del difunto Ram Hazam, acusado de matar a tres israelíes en abril, han informado fuentes oficiales.
«La sangrienta incursión de las fuerzas de ocupación en la ciudad de Jenin y su campamento (de refugiados) se saldó con la muerte del joven Muhamad Sabaneh, de 29 años, y más de veinte palestinos fueron heridos con balas reales, varios de ellos de gravedad», indicó el Ministerio palestino de Exteriores en un comunicado.
Por su parte, el Ejército israelí ha confirmado su operación militar -durante la cual se han registrado enfrentamientos armados con milicianos palestinos- cuyo objetivo fue «demoler la residencia del terrorista que mató a tres personas en un ataque armado en Tel Aviv, la noche del 7 de abril de 2022».
Se trata de la casa familiar de Ram Hazam, el palestino acusado de llevar a cabo ese ataque, y que fue reducida a escombros después de que la Corte Suprema rechazara en mayo el recurso de la familia para evitar la demolición.
Desde hace décadas, Israel suele demoler las casas de las familias de los palestinos acusados de cometer atentados mortales, incluso antes de que los sospechosos sean condenados formalmente, una política denunciada como castigo colectivo por instancias de derechos humanos.
Hazam presuntamente abrió fuego contra los clientes del bar Ilka en Tel Aviv, matando a tres civiles israelíes de entre 27 y 35 años, e hiriendo a una docena más de personas. Tras darse a la fuga, fue perseguido durante horas y finalmente hallado cerca de una mezquita.
Según los informes oficiales, en ese momento Hazem sacó un arma y abrió fuego contra los uniformados, quienes respondieron a los tiros y lo mataron.
El Ejército israelí emprendió la operación «Romper la ola» en Cisjordania ocupada, a principios de abril, como respuesta a una ola de cinco ataques cometidos por palestinos en suelo israelí, en los que murieron 18 personas.
Desde entonces, en estos operativos que se concentran en el área de Nablus y Jenin, han muerto más de 90 palestinos, según el recuento del Ministerio de Salud palestino, además de registrarse más de 1.500 detenciones.
Israel identifica todo ataque palestino como «terrorismo» y acusa de esos cargos a la mayoría de los arrestados.
Entre los fallecidos palestinos por la operación «Romper la ola» se encuentran milicianos armados que respondieron a las incursiones de tropas israelíes y atacantes individuales contra objetivos militares o asentamientos colonos de Cisjordania, pero también hay civiles desarmados, menores y periodistas, como la reportera Shireen Abu Akleh.