La reina Isabel II ha fallecido a los 96 años y tras más de siete décadas en el trono. «El puente de Londres ha caído». Esta frase en clave ha dado inicio al protocolo, milimétricamente preparado desde los 60 del pasado siglo, activado para el fallecimiento de la monarca británica.

La Casa Real ha publicado un escueto comunicado para confirmar que «la reina ha muerto en paz en Balmoral esta tarde». «El rey y la reina consorte permanecerán esta noche en Balmoral y volverán a Londres mañana», ha explicado.

The Queen died peacefully at Balmoral this afternoon.

The King and The Queen Consort will remain at Balmoral this evening and will return to London tomorrow. pic.twitter.com/VfxpXro22W

— The Royal Family (@RoyalFamily) September 8, 2022

El palacio de Buckingham, residencia oficial en Londres de Isabel II, ha bajado la bandera británica a media asta tras anunciarse su muerte.

Miles de personas se han congregado en torno a Buckingham, en el centro de Londres, donde se ha colocado un anuncio con información sobre la defunción, como parte de la detallada pauta para despedirla con todos los honores.

Su estado de salud estaba siendo noticia durante los últimos días a raíz del nombramiento como primera ministra de Liz Truss, realizado en el castillo de Balmoral, donde pasaba los veranos Isabel II. Argumentando «problemas de salud», por primera vez en 114 años, la toma de poder de un premier británico se hizo lejos del Palacio de Buckingham. Los rumores se han disparado en la mañana de este jueves, cuando a un breve comunicado de Buckingham sobre la salud de la monarca le ha seguido el viaje de toda la familia real británica hasta Balmoral.

Existía un plan específico en caso de que la reina británica muriera en Escocia, cuyo nombre en código es Operación Unicornio. Se cree que el ataúd viajará a la Catedral de St Giles y Holyrood, para después ser trasladada a la catedral en la Royal Mile. Finalmente, el cuerpo de la reina se colocará en el Royal Train en la estación de Waverley y viajará de regreso a Londres. El funeral puede realizarse en 10 días.

Nació en Londres, siendo la hija mayor de los duques de York (más tarde los reyes Jorge VI e Isabel).​ Su padre ascendió al trono en 1936 tras la abdicación de su hermano Eduardo VIII. Cuando su padre falleció en 1952, se convirtió en jefa de la Commonwealth y reina de los siete países independientes pertenecientes a la misma: Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Pakistán y Ceilán.

Según el protocolo, en el momento de la muerte de la reina, el heredero, el príncipe Carlos, se ha convertido inmediatamente en monarca, pese a no haber sido coronado. Ejercerá con el nombre de Carlos III.