Molinos y molineros girando
Una nota publicada por el EBB a las 20.50 del miércoles arrojó lo que debía ser una buena noticia al barro de la disputa partidista, y lo hizo, además, girando la verdad de forma que las cosas parezcan lo que en realidad no son. En ello continuaron después algunos de sus portavoces y otros del PSE.
Lo que podía ser una buena noticia en general, como la existencia de un consenso básico en torno a dos proyectos de parques eólicos, que recordemos que están todavía en una fase previa a casi todo, la arrojó pronto al barro de la propaganda partidista el PNV, con una nota de prensa del EBB remitida el miércoles a las 20.50 horas. En ella, el máximo órgano de la dirección jeltzale, que suele reunirse los lunes, valoraba «positivamente el cambio de EH Bildu en su posición política sobre la instalación de parques eólicos».
A nadie se le oculta que lo que se presentaba formalmente como una felicitación era en realidad una puñalada. El juego del PNV en esta materia es el de proyectarse a sí mismo como adalid de las renovables y a EH Bildu como la coalición del no a todo.
Sin embargo, el PNV, al igual que el PSE, tiene una larga lista de ejemplos de oposición a parques eólicos. Los últimos son que el 4 de marzo de este año votó en el Ayuntamiento de Soraluze en contra del parque eólico de Karakate, junto a EH Bildu y PSE, y lo mismo hizo en Elgoibar el 26 de mayo. Un año antes, fue el Ayuntamiento de Kuartango el que aprobó una declaración institucional unánime contra el parque previsto en la zona de Arkamo. Y el alcalde de Zumarraga, Mikel Serrano, del PSE, se opone a los tres parques previstos en su municipio, lo que Eneko Andueza justifica diciendo que «hay que hacer las cosas con legalidad y ajustadas a la normativa».
El molino jeltzale
En todo caso, no está el PNV en condiciones de tratar de sacar los colores a otros partidos achacándoles supuestas incoherencias. Los jeltzales apoyaron el proyecto franquista de Central Nuclear en Lemoiz, boicotearon Korrika, hicieron lo posible para sabotear Egunkaria, abrazaron el impulso del gas hasta impulsar el fracking y, pese a votar en contra de la exploración y explotación de pozos, cada día añoran seguir agujereando Armentia.
Por no hablar de vanagloriarse ahora de la Ley de Vivienda de la CAV, cuando votaron en contra, o de que en 2018 no se sumaran a la huelga feminista del 8 de Marzo y en 2019 se pusieran casi al frente de la pancarta.
Falsear la realidad
En su intento de falsear la realidad, el PNV cuenta con un gran seguidismo mediático. Hay escaletas de informativos que parecen redactadas en Sabin Etxea. Y tampoco se ve que haya nadie para corregir al presidente del ABB, José Antonio Suso, cuando dice que «casi todos» los proyectos eólicos actuales cuentan con un 40% de participación del EVE. De los 10 en trámite de Lakua, solo hay 1, el propuesto por Aixeindar.
Rectificar es lícito; girar la verdad, ya no.