La ministra española para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha rechazado la posibilidad de reabrir la central nuclear de Garoña, preguntada este martes por la senadora de Bildu Idurre Bideguren, quien ha trasladado a la ministra su preocupación por esta idea que considera «descabellada».

La solución a la crisis energética no puede ser una propuesta anclada a modelos caducos como la energía nuclear: es inviable, irresponsable y poco realista.

La vía debe ser desplegar energías renovables con control público, transparencia, visión ecológica y social. #NuklearrikEZ pic.twitter.com/EEHnLJq2zq

— Idurre Bideguren Gabantxo (@IdurreBideguren) September 20, 2022

Ante la crisis energética, la consideración por parte de Bruselas de las inversiones en energía nuclear como «verdes» y la propuesta de la Junta de Castilla y León de estudiar reabrir la central de Garoña, Bideguren ha preguntado al Gobierno si «ve alguna posibilidad de modificar el calendario de cierre de las nucleares» y si cree que es posible la reapertura de Garoña «con la misma tecnología o con alguna alternativa», a lo que la ministra ha contestado rechazando esa idea.

La vicepresidenta tercera ha tachado la propuesta del gobierno de Castilla y León de «ocurrencia ideológica», en un guiño a «la terminología de la ultraderecha», y de algo que es «imposible e inviable».

Ribera ha acusado al gobierno regional de esa comunidad de «malgastar el dinero del presupuesto público que no tienen ni para los bomberos forestales, ni para medios antincendios, ni para apoyar a la gente, ni para abrir los centros de salud de Castilla y León, en encargar un informe que le hubiera dado gratis el Consejo de Seguridad Nuclear» así como Nuclenor, la titular de Garoña, y que, según la ministra, «hubiera demostrado que no tiene sentido».

Esta central, cuya propietaria está participada al 50% por Endesa e Iberdrola, cuenta con un plan «para el desmantelamiento y para la posible recuperación de la zona», ha recordado Ribera, para apuntar además que el Gobierno español «ha reforzado su compromiso" de que Garoña sea considera una de las «zonas de transición justa», donde los vecinos ya han sufrido una situación en los últimos años de «absoluto abandono».

Ribera ha lamentado que en «todos estos años» los vecinos de Santa María de Garoña (Burgos) no han contado ni con un plan de desmantelamiento de la central, «ni cuidado, ni prevención, ni ningún tipo de medida alternativa».

«No tenemos la menor intención de plantear la revisión de un calendario que ya ha sido acordado entre todos los propietarios de las centrales nucleares», ha enfatizado la ministra, en un país que «afortunadamente cuenta con recursos autóctonos enormemente potentes no solo para producir electrones y moléculas verdes, sino para ser uno de los principales vectores de creación de empleo, servicios, innovación e industria, como son las renovables».

García-Gallardo (Vox) dice que habló con Nuclenor

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo (Vox), ha concretado este martes que antes de realizar la propuesta de reabrir la central nuclear de Garoña en 2030 habló de esa posibilidad con el presidente de Nuclenor –la empresa propietaria participada por Iberdrola y Endesa–.

García-Gallardo ha contestado así a una pregunta parlamentaria formulada ante el Pleno de las Cortes de Castilla y León por el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Fernández, quien ha afirmado que la empresa propietaria ha manifestado «en reiteradas ocasiones que descarta por completo» reactivar Garoña, a pesar de lo cual la Junta ha anunciado que va a licitar la elaboración de un informe de viabilidad cuyo coste para las arcas públicas ha pedido cuantificar.

Ha añadido que la intención de la Junta con esta iniciativa es «abaratar la factura de la luz» y ha defendido que, en contra de lo afirmado por Fernández, la Junta sí tiene competencias sobre la posibilidad de reabrir Garoña.