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Multa histórica a Glovo, que se suma a los procesos abiertos en Euskal Herria

La ministra española de Trabajo, Yolanda Díaz, ha confirmado la regularización de más de 10.600 trabajadores de Glovo, y ha explicado que la Inspección de Trabajo ha actuado contra esta compañía con una multa millonaria de casi 79 millones de euros por vulnerar los derechos laborales.

Un repartidor de Glovo en Iruñea. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Un repartidor de Glovo en Iruñea. (Idoia ZABALETA/FOKU)

La vicepresidenta segunda del Gobierno español y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha señalado que la Inspección de Trabajo ha impuesto una multa a la empresa de reparto Glovo de casi 79 millones de euros. El periodo por el que la empresa ha sido sancionada es previo a la promulgación de la Ley Rider, desde 2018 hasta agosto de 2021 (momento en que entró en vigor la nueva normativa).

Díaz ha afirmado además que se ha procedido a regularizar la situación de 10.600 trabajadores de esta empresa, y ha afirmado que Glovo ha «vulnerado» los derechos laborales de sus trabajadores y, además, ha «obstruido» la labor de la Inspección de Trabajo, algo que ha calificado de «gravísimo» porque las empresas «tienen que cumplir la ley».

«Estamos ante una auténtica actuación de falsos autónomos y el peso de la ley va a caer sobre esta empresa, como ya ha caído con la Inspección», ha advertido la vicepresidenta.

Se trata de una de las sanciones más altas impuestas jamás a una empresa. Y eso que la multa no deriva de su actuación en todo el Estado, sino por su actividad fraudulenta en las ciudades de Barcelona (39 millones de euros por el uso de los falsos autónomos y 24 millones por cuotas a la Seguridad Social) y València (10,7 millones por los falsos autónomos y 5 por cotizaciones pendientes). 

Según "Cadena Ser" es tal la cuantía que compromete seriamente la viabilidad de la empresa, al siponer más del 15% de la facturación de la compañía. Y porque, además, es una más dentro de una serie de procesos judiciales que tiene abiertos, entre otros, el de Madrid. A los que hay que sumar las sanciones y juicios que todavía no se han resuelto por la actividad de Glovo previa a la promulgación de la Ley Rider. 

Procesos abiertos en Euskal Herria

Este es el caso de Iruñea, donde el juicio por no contratar a 200 trabajadores comenzó este mismo mes. «De todas las personas, hay unas 80 que siguen en activo», asegura Berta Arizkun, portavoz de LAB en Nafarroa. 

Los procesos abiertos contra la empresa de reparto de comida rápida en Euskal Herria han ido, al igual que en otros puntos del Estado, a distintas velocidades. El primer punto en activarse fue Bilbo. En junio de este mismo año, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco determinó que, efectivamente, los «riders» que usaba Glovo en la capital vizcaina eran falsos autónomos.

Después, en Gasteiz, un tribunal de primera instancia declaró que los 309 repartidores de Glovo en esta ciudad también estaban siendo empleados de forma irregular por parte de la compañía. 

En total, en el conjunto del Estado, tiene 172 procesos abiertos, a los que hay que sumar una treintena de actas de inspección. 

Por otro lado, según detalla Arizkun, desde que se promulgó la Ley Rider en 2021, esta empresa –que se fundó en Barcelona y ha adquirido dimensión internacional– ha pasado a introducir pequeños cambios en su funcionamiento, que aparentemente son mero maquillaje. Así, a diferencia de como funcionaban anteriormente, ahora los riders que se dan de alta como autónomos presentan facturas a los distintos restaurantes por cada viaje, algo que antes no hacían.

Por lo demás, siguen funcionando de la misma manera, según lo transmitido a LAB por varios de los falsos autónomos que tratan de ganarse la vida trabajando para esta plataforma.

De no funcionar esta treta de cambiar la forma de facturación, es probable que Glovo vuelva a ser objeto de multas millonarias por la actividad posterior a la Ley Rider. Desde que se implementó, solo ha regularizado a 2.000 trabajadores, cuando se estima que emplea a unas 16.000 personas.