NAIZ

El padre del menor abusado en Gaztelueta: «Sobran fiscales que blanqueen a un pederasta»

Juan Cuatrecasas, padre del joven que sufrió abusos en el colegio Gaztelueta de Leioa hace 13 años, ha respondido a la ex fiscal jefa de Bizkaia Anna Barrilero, que ha declarado que le «rechina que la Iglesia vuelva a abrir» el caso de este centro del Opus Dei.

El exprofesor del colegio Gaztelueta, en el juicio celebrado en 2018.
El exprofesor del colegio Gaztelueta, en el juicio celebrado en 2018. (Marisol RAMIREZ | FOKU)

Anna Barrilero, ex fiscal jefa de Bizkaia, ha realizado este domingo unas declaraciones sobre el caso Gaztelueta en una entrevista en ‘El Correo’. Ha indicado que le «rechina un poco que la Iglesia vuelva a abrir un procedimiento a un laico porque es una cosa ya juzgada por los tribunales ordinarios. Ha tenido primera instancia, segunda, el Supremo... La sentencia está confirmada. Y también hubo una investigación por parte de la Iglesia hace mucho y que ahora, después de 13 años, se inicie un procedimiento nuevo por parte de la Iglesia me rechina. Y soy católica».

Juan Cuatrecasas, padre del joven del mismo nombre que padeció abusos sexuales por parte de un profesor en el colegio Gaztelueta de Leioa cuando tenía apenas 12 años, ha tildado esas palabras de «un absoluto cúmulo de despropósitos» y ha opinado que «deberían remitirse a instancias superiores para que tomen buena nota y actúen en consecuencia».

En una nota remitida a NAIZ, Cuatrecasas ha manifestado que le parece «bochornoso que una fiscal ponga en duda a la víctima y que no entienda que el Vaticano proceda ahora a restablecer el buen nombre de la víctima y superviviente de abusos en el colegio Gaztelueta, porque además, como ya reconoció el Vaticano públicamente en noviembre de 2018, se cometieron errores en la investigación, algo que parece que esta señora no quiere recordar». 

El pasado agosto, el papa envió una carta al padre de la víctima, en la que le explicaba que consideraba necesario abrir el proceso y nombrar un tribunal canónico para que lleve a cabo un juicio.

En 2018, la Audiencia de Bizkaia condenó al docente José María Martínez Sanz a once años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales cometidos por el acusado en su despacho. La Audiencia dio credibilidad a la víctima –que también dio cuenta de lo sufrido en una entrevista en Radio Euskadi–, respaldada por el testimonio aportado por los peritos de la acusación.

Sin embargo, en setiembre de 2020, el Tribunal Supremo español rebajó la condena de once a dos años, al estimar parcialmente el recurso del acusado, por lo que no ingresó en prisión. «Es una burla a mi hijo y a todas las víctimas de abusos sexuales», denunció entonces Cuatrecasas.

«Letrado defensor del pederasta»

En el escrito que ha hecho llegar este domingo, Juan Cuatrecasas, diputado del PSOE en La Rioja, recuerda «la crueldad con la que la Fiscalía trató a la víctima, a su familia y a los testigos, que hizo que algunos de los presentes dijeran ‘más que un Ministerio Fiscal parece un letrado defensor del pederasta’. Nos sigue rechinando, y mucho».

«Lo que nos rechina –continúa el padre de la víctima utilizando la misma expresión de la ex fiscal jefa de Bizkaia que se retira a los 72 años– es que esta señora hable de reapertura cuando se trata de una apertura en el ámbito canónico, porque entonces no hubo procedimiento, solo una investigación mediando engaño y trampas, encabezada por una Congregación para la Doctrina de la Fe dirigida por un cardenal como Muller, cuya imparcialidad es más que cuestionable y por uno de sus soldados, Silverio Nieto, que además de haber aparecido recientemente en los papeles de la Kitchen, urdió una trama en la que tras interrogar a la víctima y a su padre, en clave comisario de la peor época del franquismo, pretendió cambiar el escenario donde se cometió el delito, un despacho del colegio, variando torpemente el ámbito periférico».

«No hubo procedimiento, no se llegó a juzgar, no hubo personación de las partes, y tras una investigación lamentable, se concluyó que había que restablecer el supuesto buen nombre del profesor sin abrir procedimiento alguno. El presunto buen nombre de un delincuente pederasta, que pese a las irregularidades y a la sentencia que le condena en firme en la justicia ordinaria, esta señora pretende mantener», censura.

Añade que le «rechina que una fiscal falte a la verdad sin rubor y de un modo tan patético». Y que «se permita la osadía de victimizar de este modo doblemente a un superviviente de abusos sexuales cuyo pederasta ha sido juzgado en la justicia ordinaria y condenado en firme».

«Sobran fiscalías que blanqueen a un delincuente de pederastia y que públicamente se pongan de parte de alguien que cometió un delito de gravísimas consecuencias contra un menor de edad», concluye Cuatrecasas.