Marcel Pena
Entrevista
Joxemari Lazcano
Plataforma Agraviados por Geroa

«Reclamamos el derecho a decidir cómo gestionar nuestro dinero»

Joxemari Lazcano, trabajador del metal jubilado, inició una lucha contra Geroa Pentsioak tras descubrir que la EPSV guipuzcoana le impedía cobrar los más de 55.000 euros ahorrados desde el año 1996. La plataforma Agraviados por Geroa ha presentado ya 108 reclamaciones individuales contra la entidad.

Joxemari Lazcano, en una protesta de Agraviados por Geroa el pasado viernes.
Joxemari Lazcano, en una protesta de Agraviados por Geroa el pasado viernes. (Andoni CANELLADA | FOKU)

¿Cuándo comenzaron a aportar al fondo de Geroa?

En 1996, cuando se renueva el convenio del Metal de Gipuzkoa. Se lanzó la idea de complementar la jubilación con planes de pensión privados, y los que entonces teníamos entre 40 y 45 años aceptamos. Lo que no sabíamos era en qué consistía esa forma de rescate, porque fue un acuerdo entre los cuatro principales sindicatos y la patronal. Con los trabajadores no se habló nada.

En aquel momento, ¿les dieron la opción de no contribuir?

Fue un acuerdo de obligado cumplimiento, como los otros siete u ochos puntos del convenio de aquel año. Entonces no le dimos demasiada importancia, pero durante estos últimos seis o siete años, los que entonces teníamos 40 años nos hemos empezado a jubilar sin poder cobrar en capital porque nos pasábamos del tope, que ahora son 45.120 euros acumulados.

¿Desde un principio fue así?

En sus estatutos fundacionales, Geroa ofrecía la posibilidad a cada trabajador que se jubilase de rescatar su capital acumulado o recibirlo mediante pensión periódica. Luego, en el año 2001, cambiaron los estatutos estableciendo unos límites que han ido cambiando con los años y que si superas, solo puedes cobrar en renta a lo largo de 25 años. Pero a ninguno de nosotros nos avisaron. Y aunque lo hubieran hecho, como defendieron en el juicio sobre mi caso, habría sido a hechos consumados y rompiendo el principio de «a iguales obligaciones, iguales derechos».

¿Cómo se enteran de que no pueden retirar su dinero?

Yo me di cuenta hace cinco años, cuando me jubilé. Pedí a Geroa que me transfirieran el importe a mi cuenta, pero contestaron que, como me pasaba del tope, me iban a dar 188 euros al mes durante 23 años, que después de impuestos se quedarían en 140. Les dije que no firmaba y, junto a otros trabajadores en la misma situación, comencé esta lucha.

¿Qué respuesta les han dado desde Geroa?

En 2018 me reuní con la gerente de Geroa Pentsioak, Virginia Oregui. Le pregunté qué razones tenían para negarnos que pudiéramos cobrar en capital, a ver si Geroa se iba a descapitalizar. Ella me dijo que para ellos aquello era «peccata minuta». Luego, en entrevistas y comparecencias nos ha llamado «incultos financieros», ha explicado que la gente pide el dinero para caprichos y que no tenemos «cultura financiera», por lo que no recomiendan rescatar en capital. ¿Pero quién es ella para decirnos cómo gestionar nuestro dinero?

¿Y qué supone que solo puedan retirar el dinero mensualmente en un plazo de 25 años?

Quiere decir que acabaremos de cobrar con casi 90 años. Por desgracia, en la plataforma hay casos de gente con cáncer, otros que necesitan más que el complemento para poder vivir… Incluso Geroa podría quebrar, es un posibilidad. Yo tengo 69 años y los que se van jubilando, más de 60. Queremos disfrutar de nuestra vida y nuestro dinero, porque dentro de cinco o diez años 200 euros ya os podéis imaginar lo que van a valer. Decimos que es un ‘Euskorralito’ porque quieren secuestrar nuestro dinero durante 25 años. Si hay gente que lo quiere en renta, nos parece perfecto. Nosotros solo reclamamos el derecho a decidir cómo gestionar nuestro dinero. Que no nos tutelen, que ya somos mayorcitos.

Ante tales circunstancias, ¿no se contempla la opción de poder rescatar lo ahorrado de forma excepcional?

No, nada. Y les hemos propuesto distintas fórmulas. Ya que el actual tope está en 45.120 euros, pedimos cobrar esa parte en capital y el resto en renta, e incluso ofrecimos cobrar esa parte y destinar el sobrante a un organismo que ayuda a los huérfanos del metal. Pero no quieren.

Después de todo, ¿sólo quedaba acudir a los juzgados?

Hemos recurrido a la justicia porque no quieren hablar con nosotros. El 21 de julio del año pasado mandé un escrito a Geroa solicitando una reunión de los promotores de la plataforma y nuestros abogados con Virginia Oregui, y lo rechazaron. No estamos hablando de llegar a un acuerdo, es que ni siquiera quieren reunirse. Elegimos a Asufin, una asociación de Madrid, porque abogados de aquí nos dijeron que en Euskadi los brazos de Geroa son muy largos, mejor no enfrentarse a ellos.