La Asociación Río Aragón ha denunciado que en los presupuestos generales del Estado español se han incluido partidos por valor de más de 32 millones de euros para el recrecimiento del pantano de Esa a pesar de las evidencias de que existen «problemas irresolubles que impiden un llenado seguro».

De este modo, Río Aragón recuerda que el proyecto del recrecimiento de Esa supera ya los 500 millones de euros de gasto, lo que supone el 342% de los 113 millones de euros por los que fue adjudicado.

Junto a ello, este colectivo destaca que en Nafarroa el último informe elaborado por el Colegio de Ingenieros, Caminos, Canales y Puertos ha reabierto el debate sobre la inseguridad del recrecimiento y su viabilidad. Frente a ello, lamenta que «en Aragón parecemos seguir obnubilados con una obra caduca, falta de todo rigor técnico, que no considera las reducciones de caudales hasta en un 20% por el cambio climático y, lo que es peor, atentatoria contra el futuro de pueblos y la vida de personas».

«Cegados por falsos espejismos de hace una centuria, no queremos leer la letra y fondo de un informe que asegura que lo estudiado hasta la fecha estaba lleno de errores, que no se conoce la estructura sobre la que se asienta la presa y que su explotación solo sería posible bajo unos controles y cuidados excepcionales. Algo que nunca debe ser admitido para una obra de esta envergadura», añade.

En este sentido, Río Aragón subraya que existen alternativas para el abastecimiento de agua de boca para Zaragoza y que los regadíos de Bardenas pueden consolidarse con balsas laterales, además de mejorando su explotación. «Continuar rapiñando el río Aragón será llevarlo a su destrucción como ecosistema sostenible», proclama.

Por ello, Río Aragón pide que se renuncie al llenado del recrecimiento del pantano de Esa tal y como está previsto, «en aras a la seguridad y la racionalidad en el gasto público».

Junto a ello, reclama que «se utilice parte de lo presupuestado para consolidar lo hecho y reparar los destrozos innecesarios y nos ahorremos los más de 120 millones de euros que, al menos, pretenden gastar los impulsores de tan innecesaria y controvertida obra».