Los resultados finales de las elecciones en Israel confirman que el ex primer ministro Benjamin Netanyahu cuenta con los apoyos necesarios para formar un Gobierno junto a sus socios ultraderechistas y ultraortodoxos y recuperar el poder tras más de un año en la oposición.
El escrutinio definitivo otorga 32 escaños al Likud de Netanyahu, que triunfa en los comicios y alcanza los 64 diputados junto al Partido Sionista Religioso (14) y los ultraortodoxos Shas (11) y Judaísmo Unido de la Torá (7).
Así, este bloque de partidos supera la mayoría mínima de parlamentarios necesaria para gobernar en una Cámara de 120.
El próximo paso será la presentación de resultados finales al presidente, Isaac Herzog, que recibirá en los próximos días a los líderes de los partidos con representación parlamentaria, para que recomienden a un candidato para el cargo de primer ministro.
Se espera que Netanyahu alcance sin problemas la mayoría mínima de 61 recomendaciones y reciba el mandato para formar gobierno.
Pasado este trámite, el exmandatario deberá negociar con los líderes de los partidos de su bloque para distribuir carteras ministeriales, algo que no debería ser un obstáculo dado que las cuatro formaciones que lo componen se han mostrado unidas a lo largo de toda la campaña.
El actual primer ministro en funciones, Yair Lapid, ya se ha comunicado este jueves con Netanyahu para felicitarle por su victoria e informarle de que ya ha dado «instrucciones a toda su oficina para preparar un traspaso de mando en orden».
De esta manera, el primer ministro más longevo de la historia de Israel con un acumulado de 15 años en el poder recuperará el cargo que perdió en junio de 2021 a manos del denominado Gobierno del cambio formado por Lapid junto a siete partidos de todo el arco político.
Netanyahu volverá a liderar Israel mientras continúa el juicio en su contra, en el que se le acusa de fraude, cohecho y abuso de confianza en cuatro casos distintos de corrupción.