Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

Mujeres que se desbordan como un torrente

EL AGUA
Estado español-Suiza-Estado francés. 2022. 104’ Dtora.: Elena López Riera. Guion: Elena López Riera y Philippe Azoury. Prod.: Eugenia Mumenthaler y David Epiney. Int.: Luna Pamiés, Bárbara Lennie, Nieve De Medina, Alberto Olmo, Lidia María Casanovas. Fot.: Giuseppe Truppi.

Ana (Luna Pamiés) es la tercera generación de mujeres del agua.
Ana (Luna Pamiés) es la tercera generación de mujeres del agua. (NAIZ)

La cineasta alicantina Elena López Riera se había dado a conocer con el cortometraje ‘Los que desean’ (2018), ganador en el festival de Locarno, ya que se ha formado en Suiza. La poética imagen de los pinchones pintados de colores es retomada en su ópera prima ‘El agua’ (2022), presentada en el festival de Cannes con muy buenas críticas, dentro de la sección Quincena de Realizadores. Tanto en aquella pieza, como en este su primer largo, muestra un especial interés por la influencia de la naturaleza en las personas, e incluso los paralelismos entre sus comportamientos y los del mundo animal. Una relación que en su nueva película adquiere una dimensión más atávica, fruto de viejas creencias tomadas de su Orihuela natal, como la que dice que las mujeres desaparecen con las inundaciones porque llevan el agua dentro. Al respecto la debutante intercala segmentos documentales en la ficción, con testimonios directos de mujeres locales, y en concreto la anécdota de la novia a la que se lleva la riada con su vestido blanco en la noche de bodas.

Elena López Riera presenta en ‘El agua’ (2022) a tres generaciones de mujeres del agua, con Luna Pamiés como la hija, Bárbara Lennie en el rol materno y una recuperada Nieve De Medina haciendo de abuela. Como quiera que la madre regenta un bar y tiene relaciones liberales con hombres, son vistas por la vecindad como medio brujas. No hay que olvidar que la violencia machista en la costa levantina se ha cobrado la vida de muchas adolescentes, y aquí se da una rebelión femenina que corre como una corriente subterránea.

Toda la tensión interna de la película está marcada por el ambiente atmosférico, con la tormenta eléctrica que precede al diluvio que a su vez provoca la crecida del río que lo arrasa todo a su paso. Es como un repentino estallido de emociones contenidas y reprimidas.