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La contaminación por microplásticos amenaza también las lagunas costeras del planeta

Un estudio de la Universidad de Barcelona pone de manifiesto la existencia de concentraciones elevadas de microplásticos en lagunas costeras de todo el planeta, y alerta de los efectos en el ecosistema acuático.

Imagen de los peces muertos aparecidos el año pasado en el Mar Menor, afectado por la contaminación.
Imagen de los peces muertos aparecidos el año pasado en el Mar Menor, afectado por la contaminación. (Edu BOTELLA | EP)

Un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) ha demostrado concentraciones elevadas de microplásticos en las lagunas costeras de todo el planeta, y ha alertado de los nefastos efectos que tienen estos niveles de contaminación sobre el ecosistema acuático.

Según el estudio publicado por la revista ‘Environmental Pollution’, las lagunas costeras de Lagos (Nigeria), Sakumo (Ghana) y Bizerta (Túnez), que están cerca de grandes núcleos urbanos y sin sistemas de tratamiento de la basura ni de las aguas residuales, se encuentran entre los ecosistemas acuáticos de este tipo más afectados por la contaminación por microplásticos.

Sin embargo, las concentraciones más elevadas de estas micropartículas se han detectado en Barnes Sound y en otras lagunas pequeñas situadas en un área protegida en el norte de la bahía de Florida, un caso que se explica por los huracanes, que transportan los microplásticos desde áreas contaminadas.

Estos son algunos de los apuntes que han hecho, entre otros, el doctorando Ostin Garcés-Ordóñez y el director del Grupo de Investigación Consolidado de Geociencias Marinas de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UB, Miquel Canals, que ha dirigido el estudio.

Según ha informado este lunes la universidad en una nota de prensa, el artículo, que revisa la bibliografía publicada sobre la contaminación por microplásticos en cincuenta lagunas costeras de veinte países, alerta de la abundancia de fibras y fragmentos de polietileno, poliéster y polipropileno en algunos de estos ecosistemas.

Los peces son uno de los grupos de organismos mejor estudiados en relación con el impacto de los microplásticos, por lo que el estudio también ha analizado los efectos de la contaminación sobre 96 especies distintas.

«Los elevados niveles de contaminación por microplásticos se dan por factores como el tiempo de permanencia y la tasa de renovación del agua, el desarrollo de espacios urbanos e industriales con una gestión inadecuada de los residuos, las descargas de ríos y emisarios, los cambios estacionales, los fenómenos naturales y la tipología de los microplásticos», ha explicado el investigador y primer autor del artículo, Ostin Garcés-Ordóñez.

Las lagunas costeras con tasas lentas de renovación del agua son las más susceptibles de presentar una contaminación elevada por microplásticos, como es el caso de la laguna Mosquito en Florida (Estados Unidos), en la que la renovación del 50% del agua requiere entre 200 y 300 días, por lo que los microplásticos permanecen en el ecosistema durante un tiempo considerable.

Las lagunas de la península Ibérica

En la península Ibérica, las lagunas costeras son relativamente poco numerosas y pequeñas en comparación con otras partes del mundo, aun así también se han observado casos de contaminación por microplásticos.

«El estado ambiental de las lagunas es variable y cambia a lo largo del tiempo. Algunas sufren los efectos de la contaminación de origen urbano, industrial y agrícola, como la albufera de Valencia o el Mar Menor, en Murcia, donde recientemente se han producido mortandades masivas de peces por episodios de anoxia», ha manifestado el director del Departamento de Dinámica de la Tierra y del Océano de la UB Miquel Canals.

El estudio ha revelado la presencia de microplásticos en la columna de agua, los sedimentos y los peces en las lagunas costeras del Mar Menor (Murcia), la Pletera (Catalunya) y en Ría Formosa y Aveiro (Portugal).

«En las lagunas españolas, se ha constatado una media de 20,1 ± 2,9 microplásticos por kilogramo del tracto digestivo en doradas del Mar Menor, y una abundancia de hasta 2,5 microplásticos por individuo en la gambusia de la laguna restaurada de la Pletera, en Girona», ha asegurado Canals.

Afección a los océanos

Además de acumularse en zonas concretas de los ecosistemas lacunares, los microplásticos también pueden ir a parar al mar y agravar aún más el problema de la contaminación de los océanos.

«Podemos afirmar con certeza que los distintos elementos ambientales de las lagunas costeras son receptores de microplásticos y están afectados por la contaminación que provocan. Sin embargo, todavía no sabemos hasta qué punto las lagunas costeras son vertederos finales de microplásticos», ha puntualizado Canals.

«Aplicar de forma extensiva tanto las metodologías sencillas como las más avanzadas permitirá responder a muchos interrogantes sobre la dinámica de los microplásticos en estos ambientes o el rol de las lagunas como vertederos temporales o permanentes de microplásticos», ha remarcado Garcés-Ordóñez.