La Policía Muncipal de Bilbo ha iniciado una «huelga a la japonesa» como medida de presión contra el cambio de calendario y de horarios propuesto por el Ayuntamiento. Dicha «huelga» consistirá en una aplicación más estricta del reglamento de tráfico y las ordenanzas municipales, recayendo en la ciudadanía el peso de la protesta.
Con esta acción los sindicatos pretenden que el aumento de las multas por pequeñas infracciones causen malestar en los ciudadanos, y estos, a su vez, trasladen su enfado a la Alcaldía y al área de Seguridad Ciudadana.
Según un comunicado del sindicato ELA, el origen del conflicto en la Policía Municipal de Bilbo comenzó hace varios meses, cuando desde Seguridad Ciudadana se convocó a la Junta de Personal a una mesa de negociación aportando un informe justificativo para un cambio de calendario.
«Actualmente la Policía Municipal trabaja con un calendario de ciclos de 7 semanas, pero la dirección sostiene que Bilbao necesita un refuerzo de agentes las noches de los jueves, viernes y sábados, debido a eventos, botellones, etcétera. La Junta de Personal no está en absoluto conforme con esos datos aportados y lo demuestra desmontándolos», explica el sindicato.
En su opinión, el calendario de 5 semanas que intenta imponer el Ayuntamiento supone «un empeoramiento para la conciliación de la vida personal y familiar, y es un ataque directo a las condiciones de trabajo de la Policía Municipal». La propuesta del Ayuntamiento, defienden, «reforzaría la presencia de agentes las noches de jueves, viernes y sábados, pero se reduciría en las mañanas y tardes de lunes a viernes, con el consiguiente perjuicio para la ciudadanía».
El otro punto de desacuerdo en este conflicto es la variación a la baja del complemento de nocturnos y festivos que se viene percibiendo desde hace más de 30 años, y que ahora desde el Ayuntamiento quieren «recortar».
Sin un acuerdo en la mesa de negociación, la Junta de Personal ha convocado dos asambleas, donde de forma unánime la plantilla rechazó el calendario de 5 semanas y la rebaja en las condiciones económicas, por lo que han planteado un calendario de movilizaciones: recogida de firmas para solicitar el cese del director, manifestaciones, protestas en Plenos Municipales, Juntas de Gobierno, etcétera…
«La Junta de Personal está siempre abierta a seguir negociando, esperando que se flexibilice la actual postura rígida de la Dirección de Seguridad Ciudadana, siempre sin perjuicio de ningún derecho de las trabajadoras y trabajadores», finaliza el comunicado.
Esta no es la primera «huelga» de estas características que pone en práctica un cuerpo de Policía municipal en Euskal Herria. En 2017, la Policía Local de Gasteiz inició una «huelga de celo» que incrementó en gran medidas las sanciones impuestas a los ciudadanos.