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Dolores Redondo salda una deuda personal con Bilbo con ‘Esperando al Diluvio’

Con su última novela, ‘Esperando al Diluvio’, Dolores Redondo salda una deuda personal con Bilbo, donde el gremio de libreros le concedió la Pluma de Plata. De este modo, ubica en la capital vizcaina la acción de la novela, en la que se narra la persecución de un asesino en serie escocés.

Dolores Redondo ha presentado en Bilbo, bajo la lluvia, su novela ‘Esperando el Diluvio’.
Dolores Redondo ha presentado en Bilbo, bajo la lluvia, su novela ‘Esperando el Diluvio’. (Oskar MATXIN EDESA | FOKU)

La escritora Dolores Redondo ha confesado que con su nueva ‘Esperando al Diluvio’ (Destino), que este miércoles se pone a la venta, salda una deuda que adquirió libremente cuando hace nueve años el gremio de libreros bilbainos le concedió su premio, la Pluma de Plata.

Dolores Redondo (Donostia, 1969), autora de la exitosa trilogía de Baztan (compuesta por ‘El guardián invisible’, ‘Legado en los huesos’ y ‘Ofrenda a la tormenta’), ha explicado este martes en Bilbo, en la presentación de su nueva novela, que cuando le concedieron el premio prometió «una novela situada en Bilbao y aquí esta».

«La elección del Bilbao de 1983 y no de otra ciudad industrial que podía haber sido Sestao, Vigo o Pasajes, como escenario donde se desarrolla el desenlace de la trama de la novela, viene motivada por una cuestión de puro cariño hacia esta ciudad», ha señalado.

Asesino en serie escocés

La trama narra la persecución hasta Bilbo de un asesino en serie de mujeres escocés, bautizado por los medios como John Biblia, en el Glasgow de finales de los 60 por un policía apartado del caso por sus graves problemas de salud.

«Desde mis primeros pasos en la novela, desde ‘El guardián invisible’, que pronto cumplirá diez años, el cariño, el afecto y el reconocimiento que he recibido en Bilbao solo tiene parangón con el que he recibido en Barcelona y me han hecho llegar ese cariño a lo grande, como se hacen todas las cosas en Bilbao», ha apuntado.

El situar la acción en el Bilbo de agosto de 1983, en los días previos a las lluvias torrenciales que provocaron las devastadoras inundaciones que sufrió la capital vizcaina cuando celebraba sus fiestas patronales, la ha obligado a realizar una exhaustiva investigación histórica sobre el convulso clima político y social en el que se produjo aquella catástrofe: la presencia de la heroína en las calles, la acción armada de ETA o el comienzo del despliegue de la Ertzaintza.

Ha explicado que le atrajo el caso del asesino en serie de mujeres de Glasgow John Biblia porque fue un caso que quedó sin resolver y el asesino sin detener, lo que le ha dado la posibilidad de ficcionar aquellos hechos.

La autora ha considerado que la posibilidad de que acabase en Bilbo no es del todo descabellada por la relación que siempre ha existido entre la capital vizcaina y Gran Bretaña y la existencia de una línea marítima que les unía hace 40 años y que sigue existiendo a día de hoy.

Este caso sin resolver también le ha dado la posibilidad de explorar el mal que anida en el ser humano, personificado en la figura de dicho asesino, al que la hermana de su última víctima conoció y al que describió como «muy joven, muy pulcro y educado, que recitaba versículos de la Biblia».

Amor y miedo

Redondo ha admitido que en su nueva novela, que ha deseado que le guste al público y de la que se hará una tirada de 330.000 ejemplares, según ha informado la editorial Destino, también están «muy presentes», al igual que en sus obras precedentes como la trilogía de Baztan, «el amor y el miedo».

«El amor y el miedo –ha argumentado–, son dos lecciones que recibimos todos los seres humanos en nuestra propia casa, aprendemos cómo se ama, cómo es el amor y a tener miedo y a qué tener miedo, también».

Redondo ha considerado por último que la novela negra no tiene porqué ser una crítica social: «no me apetece escribir sobre corrupción política en mis obras porque los políticos no me interesan, pero sí me apetece hablar de lo que me conmueve, de lo que me produce rabia y lo que me conmueve son las injusticias contra los niños, los ancianos, los pobres, los indefensos, los que no tienen voz».