La consejera de Medio Ambiente de Lakua, Arantxa Tapia, ha considerado que «hay que hablar con el Ayuntamiento» de Gasteiz, aunque estima que, «ya que existe» el vertedero de Gardelegi «con capacidad», «no sería lógico que el fibrocemento del entorno fuera a otro lugar».

El miércoles la consejera anunció que de cara al año 2030 ha marcado dos objetivos en la gestión de residuos: por un lado, reducir drásticamente el volumen de vertido de estos residuos hasta alcanzar el 15% del total de residuos generados en el año 2030; y por otro, garantizar que las instalaciones autorizadas a partir del año 2024 tengan capacidad suficiente para recibir todo el vertido generado en la CAV, sin necesidad de ser evacuadas fuera del territorio. Dentro de este plan general se anunció la ampliación de varios vertederos, al parecer sin aviso previo a los consistorios afectados, lo que ha desatado quejas inmediatas.

Destaca el rechazo del Consistorio de Gasteiz, tanto por su importancia como por el hecho de que está gobernado por PNV y PSE, igual que el Ejecutivo de Lakua. Tras conocerlo, el alcalde Gorka Urtaran ha asegurado que el Ayuntamiento no contempla ampliar el vertedero de Gardelegi, ni recoger en sus instalaciones fibrocemento, ni tampoco cambiar sus características para recoger residuos peligrosos. Por cierto, no es el único punto de fricción reciente entre el primer edil gasteiztarra y el Ejecutivo de Lakua después de haber sido desplazado por el PNV al optar por otra candidata a la Alcaldía; ya ha habido tensiones también en el tema del tranvía a Zabalgana.

En una entrevista en Onda Vasca recogida por Efe, Tapia ha pedido «responsabilidad y solidaridad» hacia los territorios vecinos al ser preguntada por la postura del Consistorio gasteiztarra, propietario del vertedero de Gardelegi.

Ha señalado que Lakua «está trabajando con el Ayuntamiento» al respecto, pero insistiendo en la idea de que «hay unas zonas que hay que empezar a sellar y a cerrar, y otras que son capaces de asumir vertidos industriales».

Antecedentes

En 2020, después del derrumbe del vertedero de Zaldibar, desde Lakua ya empezó a plantearse la posibilidad de ampliar Gardelegi para recoger los residuos que anterioremente se depositaban en el de Bizkaia.

Tapia ha indicado que, como Gasteiz y Araba constituyen un ámbito «muy industrial», hay que «dar respuesta a los residuos industriales», pero hay que ser capaces de hacerlo de la forma «más inteligente y modernizada».

Sobre el fibrocemento ha dicho que, «por ley», hay que hacer un inventario, analizar cuáles son los ámbitos, ver cuáles son los más peligrosos y llevarlos a vertedero en celdas específicas. «Entendemos que Gardelegi es un lugar en el que podría acogerse todo el fibrocemento que pueda haber alrededor de Vitoria».

Lemoa e Igorre

Respecto a los vertederos privados de Bistibieta, en Lemoa, e Igorre, municipio que también ha mostrado su rechazo, Tapia ha indicado que no pretenden «ampliar el espacio que ocupan», por lo que «no necesitan ningún tipo de autorización específica, sino un permiso medioambiental» para una ampliación de la capacidad, «muy pequeña», de vertidos sobre la superficie que ocupan.

Se trata en estos casos de consistorios gobernados por EH Bildu, que explican que no han sido informados de los planes del Gobierno de Lakua antes de esta comunicación pública de Tapia el miércoles.