Participantes en la iniciativa ‘Diálogo de Memorias’, impulsada por el Foro Social Permanente, han acudido este miércoles al Parlamento navarro para dar a conocer este experiencia de diálogo discreto entre personas de diferentes ideologías que tiene como objetivo avanzar en la convivencia.
Durante los últimos trece meses un grupo de nueve personas de Iruñerria se ha reunido para compartir sus experiencias. Inicialmente, se contactó con 17 personas y el grupo se constituyó con once, de las cuales dos no pudieron finalizar el proceso por razones médicas o familiares.
Quienes han participado en el proceso en su totalidad son Camino Oslé, Jaxin Gómez, Fede de los Ríos, Carlos Otxoa, Miguel Garrido, Carmen Izal, Patricia Amigot, Mertxe Eraso y Beatriz Ukar, con el apoyo de Iñigo Retolaza, de Gernika Gogoratuz, como facilitador.
«Una buena experiencia»
«Ha sido una buena experiencia», ha destacado Camino Oslé, que ha explicado que personas de diferentes ideologías, procedencias y edades se han sentado para hablar con un tema central, sus experiencias personas durante «la compleja Transición».
Junto a ello, ha añadido que el motor de la iniciativa era «poner algo de nuestra parte para una mejor convivencia», para lo que han precisado tiempo, un lugar amable y la disponibilidad de todos los participantes.
«Hemos desarrollado la capacidad de escucha, de respeto, el interés por conocer las diferentes vivencias del pasado entre nosotros», ha destacado, subrayando que la experiencia «ha funcionado, y poder decir esto siempre es un lujo».
Entre los ingredientes para este éxito, ha mencionado la calidad y la calidez de las personas que configuraban el grupo, el clima que se creó y el interés que surgió por conocer las experiencias de los demás. Además, no han tenido reparo para situarse en el otro lado y han logrado construir una «confianza generalizada para expresarnos con total libertad y con total sinceridad».
«Es posible, es más, es necesario seguir por ese camino», ha proclamado, antes de abogar por rebajar la crispación. De este modo, ha pedido a la clase política que no se insulten en la próxima campaña electoral.
Carlos Otxoa ha reconocido que cuando recibió la invitación del Foro pensaba que consistiría en una reunión de personas de distintas ideologías en la que cada cual expondría su posición «y poco más».
Ha explicado que acudió a los encuentros «proponiéndome salir de la trinchera» y sin crear debates ni discusiones partidarios «para no llegar al ridículo del ‘y tú más’». Frente a ello, optó por la escucha recíproca.
Otxoa ha subrayado que se ha tratado de un ejercicio complicado «si partes de que hay un conflicto político, con raíces en el 36 y en el que ha habido violencia de ETA y violencia policial y estás frente a personas que piensan que no hay ningún conficto».
Ha destacado que todavía hay obstáculos para avanzar hacia la convivencia, como la no visualización de todas las víctimas, lo que ha calificado como de «humillación». En este sentido, ha denunciado que la Ley de Secretos Oficiales impide conocer la verdad y la Ley de Amnistía hacer justicia. Ha añadido que la Ley de Memoria Democrática tiene carencias.
Otxoa ha subrayado que puede que sea imposible lograr una reconciliación entre una víctima de ETA y los miembros de la organización armada, entre los torturados y los agentes que llevaron a cabo esta práctica o entre los herederos de los fusilados de 1936 y los cuneteros, pero ha abogado por avanzar hacia la convivencia.
Ha valorado la experiencia como muy positiva, como «un esfuerzo placentero», ha puesto en valor el esfuerzo que se ha hecho por cambiar la relación entre las personas y ha mostrado su confianza en que se repita con otros formatos. «He sido un privilegiado por poder estar con este grupo de personas», ha destacado.
Beatriz Ukar fue alcaldesa de San Martín de Unx y afiliada de CDN. «He visto que han aflorado muchas sensaciones y he aprendido mucho, por encima de los prejuicios», ha resumido su participación en la experiencia.
De ese modo, ha explicado que tenía un claro rechazo a la «kale borroka» o a quienes en una movilización generalista como las de la lucha contra la violencia machista corean consignas partidarias. El rechazo se mantiene, «pero gracias a este foro he aprendido que la calle es la expresión de quien no tiene otra expresión».
Junto a ello, ha destacado que los grupos no son homogéneos sino formados por personas diversas. «Del mismo modo que en CDN había gente que no queríamos ir con UPN, en la izquierda abertzale había pacifistas que luchaban por cambiar las cosas desde dentro», ha señalado, subrayando que la quema de un cajero o de un contenedor también convertía en víctimas a estas personas.
Miguel Garrido, de una generación posterior, ha explicado que el objetivo de la iniciativa era integrar memorias, «algo complejo», y ha hecho un llamamiento a «tener en cuenta la importancia de la memoria que se hereda, tanto por parte de quien la da como de quien la recibe». Ha destacado que es necesario transmitir la memoria pero no el odio.
Valoración positiva de los grupo políticos...
En el turno de los grupos políticos, Inma Jurío (PSN) ha valorado positivamente la experiencia, destacando la importancia de ponerse en el lugar del otro. Junto a ello, ha añadido que hay leyes que suponen un avance en esta materia, pero ha lamentado que sean criticadas por intereses políticas en vez de verlas como un avance hacia el futuro. En este sentido, ha abogado por «sacar más punta» al Plan de Convivencia y ha defendido el diálogo entre diferentes.
Jabier Arakama (Geroa Bai) ha agradecido a los participantes en la experiencia haberla compartido en el Parlamento. Ha asumido la necesidad de autocrítica de la clase política, pero ha añadido que en la Cámara navarra se practica la escucha mutua y el respeto al diferente. En este sentido, ha señalado que se está trabajando por la defensa de los derechos humanos de todas las personas y el fomento de la cultura de la paz para garantizar la convivencia.
Txomin González (EH Bildu) también ha agradecido a los participantes en la experiencia de diálogo discreto, que ha enmarcado en «el compromiso por desenmarañar el nudo y buscar salidad que tendrán que ser colectivas para avanzar hacia la convivencia». Ha destacado que el propio proceso llevado a cabo a instancia del Foro Social es «ya un reto tremendo» y ha valorado que «se han abierto oportunidades para construir un diálogo sincero, ya que todos los pasos a favor de la convivencia son positivos».
Marisa de Simón (I-E) se ha sumado al agradecimiento a los participantes en la experiencia, destacando que comparte sus reflexiones. «Todos los avances pasan por reconocer el daño causado. Hay que visibilizar lo que ha pasado para recomponer la sociedad», ha añadido.
...pero Navarra Suma se sale del consenso
La voz discordante ha sido la de Iñaki Iriarte, de Navarra Suma. Ha calificado de «magnífico» que se promueva el diálogo entre personas que piensan diferentes porque da la oportunidad que los miembros de UPN no son fascistas, vascófobos o ricachones. «Una de las cosas más terribles de la política española son los Nelson Mandela que proclaman el diálogo entre diferentes pero que demonizan al que tienen enfrente», ha señalado.
Asimismo, Iriarte ha abogado por la existencia de cuestiones previas antes de abordar el acuerdo entre diferentes. De este modo, ha señalado que «hay formaciones que tienen en sus ejecutivas a terroristas no arrepentidos, parlamentarios que cantan bertsos a Unai Parot o quienes dice que la selección española es extranjera cuando viene a jugar aquí».
De este modo, ha rechazado que «poner una bomba lapa o pegar un tiro sea un avance de nada, como la tortura no es lucha antiterrorista. Hay que condenarlo. Si no, no hay garantía de no repetición». Además, ha reclamado que se colabore con la Justicia «para esclarecer todos los crímenes» y que «quien haya promovido organizaciones terroristas asuma responsabilidades de verdad y pida perdón». «No son maximalismos», ha subrayado.