Cientos de trabajadores del metal de Bizkaia se han manifestado este viernes en Bilbo en la última de las cinco jornadas de huelga convocadas esta semana en el sector, a la que han puesto fin entre llamadas a la patronal a seguir negociando el convenio.
En respuesta a la convocatoria de CCOO, LAB, UGT, ESK, CGT y CNT, convocantes de la huelga de manera conjunta, cientos de trabajadores se han dado cita cerca de las once de la mañana en el entorno de la plaza Euskadi, frente a la sede de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM), que ha permanecido con las persianas bajadas y fuertemente custodiada por la Ertzaintza.
Aproximadamente a la misma hora, la presencia policial también era evidente, con varias furgonetas policiales, en la plaza Moyia, donde el sindicato ELA, asimismo convocante del paro, pero en solitario, ha reunido a sus afiliados y simpatizantes.
La mayoría sindical ha insistido en apelar a la negociación, mientras que ELA ha advertido de que si la patronal no modifica su postura, el siguiente paso «debería ser la convocatoria de una huelga indefinida hasta conseguir un convenio digno», que incluya incrementos salariales que garanticen el poder adquisitivo.
Valoración sindical
Todos los sindicatos han valorado la respuesta de los trabajadores a la semana de huelga, que se suma a otros seis días de paro convocados con anterioridad.
Según sus datos, cerca del 85 % de los más de 50.000 trabajadores convocados han salido a la huelga, una dato que contrasta con el 15 % en el que la patronal ha cifrado el seguimiento este viernes, asegurando que la participación ha ido bajando durante la semana. En la misma se han producido además varios encontronazos con la Ertzaintza, incluida una carga el miércoles en Artea que llevó al hospital a cuatro personas y que ha sido defendida este viernes en el Parlamento por el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka.
Desde la mayoría sindical que integran CCOO, LAB, UGT, ESK, CGT y CNT, han señalado a la patronal su disposición a seguir negociando, aunque también a «seguir en la batalla, en la calle, vaciando las empresas, hasta conseguir el convenio que los trabajadores necesitan», ha indicado Unai Orbegozo (CCOO).
La representante de LAB Iratxe Azkue ha considerado que es «una absoluta irresponsabilidad» la actitud de la FVEM de «bloquear de manera continua» la negociación y ha asegurado que dentro de la organización empresarial «hay empresas que están por la labor de llegar a un acuerdo», mientras que otras en la dirección de la patronal como Arteche, Ormazabal o Sidenor, según ha citado, ejercen el «bloqueo».
La sindicalista también ha denunciado «el papel del Gobierno Vasco y el PNV, de mandar a la Ertzaintza a apalear, a detener y a criminalizar esta lucha sindical».
Por su parte, el representante de UGT María Rojo ha insistido en que «la negociación tiene que continuar» y ha indicado que la propuesta «a última hora» que hizo la patronal el pasado viernes «no es de recibo» y la negociación requiere de «más tranquilidad».
También ha valorado el seguimiento de la huelga el sindicato ELA, que ha felicitado a los huelguistas por «pelear».
«Su mensaje mediante esta semana de huelga ha sido claro: muestran un rechazo frontal a la última oferta de FVEM y quieren una mejora sustancial en los planteamientos realizados por la patronal», ha indicado en una nota.
Patronal: «Intereses electorales»
Por el contrario, la FVEM ha vuelto a situar el seguimiento de la huelga en un minoritario 15 % y ha denunciado que, de nuevo, ha habido grupos de piquetes en zonas concretas del territorio que han causado diversos incidentes.
Según ha indicado en una nota, el «bajo seguimiento» del llamamiento muestra «la distinta percepción que tienen los sindicatos y las personas a las que aquellos dicen representar».
La patronal ha considerado «totalmente innecesarias» las jornadas de huelga, que, a su juicio, «parecen responder más a intereses electorales», y ha reiterado que hay que acordar un convenio que «no comprometa la capacidad competitiva de las empresas».