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Confebask afirma que «no debería existir el Impuesto de Patrimonio ni el de Gran Patrimonio»

Confebask ha afirmado que no debe existir el Impuesto de Patrimonio en la CAV porque es «injusto y anacrónico» y, por tanto, tampoco se ha mostrado favorable al Impuesto a las Grandes Fortunas planteado desde Madrid. Apunta a un crecimiento de la economía del 1,5% en 2023.

Eduardo Aretxaga, Isabel Busto y Pablo Martín, en la presentación del informe de Confebask.
Eduardo Aretxaga, Isabel Busto y Pablo Martín, en la presentación del informe de Confebask. (H.BILBAO/EUROPA PRESS)

Confebask considera que «no debería existir el Impuesto de Patrimonio y tampoco el de gran Patrimonio» y afirma que la revisión de la fiscalidad de la CAV requiere de un análisis «sereno y objetivo», al tiempo que destaca su voluntad de «acuerdo y aportación».

Estas reflexiones han sido realizadas en la rueda de prensa que ha ofrecido la patronal en Bilbo, en la que han participado su presidenta, Isabel Busto, su director general, Eduardo Aretxaga, y su responsable de Economía, Pablo Martín.

En relación al Impuesto a las Grandes Fortunas impulsado desde el Ejecutivo español y cuestionado por su compatibilidad en la CAV con el Impuesto de Patrimonio, Eduardo Aretxaga ha asegurado sobre este último tributo que la patronal siempre «ha sido clara» y cree que, «más allá de que el patrimonio sea grande o pequeño, no debe existir».

El director general de Confebask ha manifestado que el Impuesto de Patrimonio es «anacrónico» en el ámbito europeo en el que se compite, ya que en «ninguna capital europea se paga el Impuesto de Patrimonio».

Además, ha asegurado que es «injusto», porque no solo se paga la renta, sino que «si ahorras, vuelves a pagar». «Nuestra posición es clara: no debería existir el de Patrimonio y, por tanto, tampoco el de Gran Patrimonio», ha indicado.

Aretxaga ha manifestado que habrá que ver lo que sucede y ha recordado que la CAV tiene competencias en materia fiscal. «Veremos cuál es la decisión, pero nosotros creemos que ya se paga cuando se genera la renta», ha precisado.

Por otra parte, ante las intenciones de las instituciones de la CAV de revisar la fiscalidad el próximo año, Aretxaga ha afirmado que es una cuestión que requiere hacer un «análisis sereno y objetivo» sobre la situación actual del sistema fiscal y cree que es «básico» realizar una comparación con el contexto con el que se compite, principalmente, la zona euro.

«Salvará la recesión»

En relación a las perspectivas económicas, Confebask cree que la CAV «salvará la recesión» desde el punto de vista de crecimiento anual y estima que la economía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa crecerá en 2023 en el entorno del 1,5%, aunque se constata una desaceleración en el ritmo de crecimiento y, en función de la evolución de las distintas incertidumbres, puede oscilar entre el 0 y el 2,5%. Por otra parte, prevé más empleo, pero a menor ritmo de creación, con un aumento de 10.000 afiliados y una tasa de paro del 7%.

No obstante, Busto ha insistido en que existen «numerosas e importantes incertidumbres» que, en función de cómo evolucionen, pueden hacer que el crecimiento final pueda oscilar en una horquilla entre el 0% y el 2,5%.

El director general de Confebask ha añadido que el escenario «central» que manejan es que la CAV «salvará la recesión» desde el punto de vista de crecimiento anual, pero hay que monitorizar «trimestre a trimestre» la evolución porque el escenario cambia «rápido» y, a veces, «de manera radical». «Será un año de crecimiento reducido», ha insistido.

Además, en la comparecencia se ha remarcado que las perspectivas empresariales para 2023 adelantan «una desaceleración del ritmo de crecimiento económico» ya que, comparativamente con el año anterior, los resultados de las encuestas realizadas por Adegi, Cebek y Sea dicen que las empresas prevén para los próximos meses «un empeoramiento de la situación económica» con una cartera de pedidos «más débil» que este 2022. Son más las empresas que ven el mercado en los próximos meses en recesión que en reactivación.

Isabel Busto ha subrayado que crece de manera importante la preocupación por el «fuerte crecimiento» de los costes, principalmente energéticos, y la reducción de la rentabilidad, por lo que las empresas piden medidas «para paliar la delicada situación actual» como, por ejemplo, bonificar los costes energéticos o reforzar y agilizar los programas y ayudas para las transiciones digital y energética, incluidos los Fondos Europeos.

A juicio de la patronal, se está en un «shock energético» que hace que suba el precio de la energía y Pablo Martín ha apuntado que se está produciendo una «pérdida de competitividad» de Europa, porque sus precios energéticos crecen «más que en el resto del mundo».

Otra de las preocupaciones que aumenta es el de la financiación y, aunque no es el «principal elemento de preocupación», puede ser un «nivel de riesgo añadido que no se tenía antes», según ha apuntado Eduardo Aretxaga, quien ha agregado que no hay problemas de morosidad o de impagos, pero es un «elemento que no va a ayudar», porque «va a suponer un aumento de los costes financieros empresariales».

Por lo tanto, se prevé que la desaceleración de la economía de la CAV continuará en 2023 y todos los sectores moderarán su crecimiento. El mayor aumento se dará en el sector de servicios de mercado, mientras que la industria mostrará el incremento «más débil» y prevé dificultades para competir en mercados no europeos.

Busto ha afirmado que el próximo año va a plantear «importantes retos económicos y empresariales» y será «clave saber manejar un escenario de bajo crecimiento con una inflación todavía elevada para asegurar la competitividad y sostenibilidad de las empresas» y que «va a costar bajar».

«Tendremos que buscar el punto de equilibrio para ver cómo compaginamos la necesidad de realizar inversiones que nos permitan seguir en el mercado, y acometer las transiciones en marcha con una rentabilidad empresarial a la baja», ha dicho.

Mercado laboral

En relación al mercado laboral, Busto ha precisado que, aunque para 2023 se prevé una «reducción del ritmo de creación de empleo», estiman un aumento de 10.000 afiliados más a la Seguridad Social para llegar a un nuevo «récord y máximo histórico superando el millón de cotizantes», y con una tasa de paro del 7%, «la más baja de los últimos 15 años», lo que es «una muy buena noticia» y supone «un nivel medio europeo».

En este sentido, el responsable de economía de Confebask ha explicado que el próximo año será posible seguir creando empleo, pese al menor crecimiento, porque las reformas realizadas permiten que «creciendo menos se pueda crear empleo».

Busto ha añadido que 2023 será «un año exigente, especialmente durante el primer semestre, con una fuerte presión de los costes, tanto energéticos, salariales y de suministros, y con márgenes todavía muy reducidos», pero ha subrayado que la mayoría de las empresas apuesta por mantener el empleo.