A primeros del pasado octubre, Portugalete acogió unas jornadas bautizadas como Ekotopaketak, en cuyas conclusiones se habló de poner en marcha una dinámica conjunta para articular una organización ecologista fuerte, una herramienta que reúna voces y discursos frente a la crisis ecosocial. Aquella semilla ha venido siendo regada durante estos meses, y este lunes se ha presentado en Donostia su primer fruto, una serie de iniciativas englobadas bajo el nombre de Jauzi Ekosoziala.

Dos de sus portavoces, Arrate Zelaia y Alaitz Ajuriagerra, han explicado que esta dinámica aspira a ser «plural y efectiva, articulada en los cuatro territorios de Hego Euskal Herria, contra la hegemonía neoliberal y en favor de la vida». En este sentido, ha recalcado que «unos cascos antiguos repletos de turistas y unos mares vacíos de peces tienen la misma causa, la maximización continua de los beneficios económicos».

Jauzi Ekosoziala, anunciada con carteles en las que se aprecian las figuras de Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y Josu Jon Imaz (Petronor), tendrá dos fases diferenciadas. La primera de aquí al verano, que arranca precisamente con una campaña bajo el lema «Su lujo, nuestras facturas», con el foco puesto en las crisis energética y climática. En este marco han señalado de rojo en el calendario el próximo 17 de febrero, Día Mundial Contra la Pobreza Energética. Según se vayan acercando las fechas irán anunciando las diferentes iniciativas previstas.

La segunda fase será tras el verano, con un proceso de debate en el seno del movimiento ecologista, a fin de concretar la forma que debe tener lo que es ahora mismo un proyecto aglutinador.

Mientras, Jauzi Ekosoziala pone sobre la mesa cuatro primeros objetivos, arrancando por la lucha contra la pobreza energética, porque hay más de 100.000 personas sufriéndola en Hego Euskal Herria al tiempo que «el presidente de Iberdrola se embolsa 13 millones de euros anuales».  

Como siguientes puntos se plantea la publificación de la energía, al igual que la sanidad o la educación; detener el consumo de combustibles fósiles; y «limitar el lujo», porque «para que todos tengamos suficiente debemos empezar limitando el derroche desde arriba». No es poca tarea.