Una moción que instaba a modificar el Impuesto de Sociedades ha sido rechazada en el Parlamento de Nafarroa, donde, de nuevo, I-E no ha conseguido sacar adelante su apuesta por una fiscalidad más dura con las empresas. En concreto, se instaba al Gobierno de María Chivite a «presentar con urgencia un Proyecto de Ley Foral de reforma del Impuesto sobre Sociedades que suponga un aumento significativo de su recaudación fiscal».

La portavoz de I-E, Marisa de Simón, ha urgido a corregir esta «desigualdad fiscal que supone desde hace años un trato de favor a los beneficios empresariales» y una «injusticia con los trabajadores y la población en general», porque los servicios y medidas dirigidos al desarrollo económico y social «dependen principalmente de los ingresos de las arcas públicas».

Ha indicado que las cuentas públicas de Nafarroa reflejan en los últimos 20 años un desequilibrio a favor de los beneficios de las grandes empresas y en detrimento con las rentas del trabajo, con una recaudación por IRPF que pasó de representar 29,7% del total de ingresos tributarios en 2000 al 30,4% en 2021, mientras que la recaudación del Impuesto de Sociedades pasó del 13,4% al 7,6%.

Pudiendo ser en principio positivo que tras la pandemia los beneficios empresariales hayan crecido, De Simón ha denunciado que esto se ha conseguido a costa de aumentar su margen de venta y los precios en un grado superior a lo que crecen los costes y la contención de salarios.

El hecho de que estas empresas continúen tributando mucho menos que las rentas de trabajo es, a su juicio, «un robo a la gran mayoría social trabajadora, cuyos gastos se estancan y sus gastos básicos se disparan».

Totalmente en contra se ha situado Navarra Suma a través de su portavoz María Jesús Valdemoro, quien ha considerado que «su obsesión es recaudar más y más» y ha apostado por «una fiscalidad que genere entornos agradables para las empresas» al apuntar que para disminuir esta brecha recaudatoria la solución es reducir la presión fiscal sobre el IRPF.

Por parte del PSN, Ainhoa Unzu ha reconocido que «la brecha fiscal entre ambos impuestos es desequilibrada», pero ha advertido de que «no se pueden abordar esas decisiones tan cortoplacistas».

Mikel Asiain, de Geroa Bai, ha criticado el discurso trasladado desde Navarra Suma subrayando que «en la economía juega un papel muy importante el entorno, la competencia o la psicología», y ha apostado por una política fiscal «dirigida a poder afrontar un gasto que prime los servicios públicos de calidad».

Desde EH Bildu y Podemos Ahal Dugu, Adolfo Araiz y Mikel Buil han coincidido en que se trata de una fiscalidad injusta y su deseo de poder contar con más representación en la Cámara navarra la próxima legislatura para sumar fuerzas suficiente y abordar esta cuestión.