Tras la movilización masiva del 19 de enero, que, a iniciativa de las organizaciones sindicales, llevó a centenares de miles de personas -dos millones según los organizadores, 1,12 millones según el Ministerio de Interior- a contestar en las calles a la reforma de las pensiones, hoy los jóvenes, con el apoyo activo de la France Insoumise (LFI), han tomado el relevo en las calles parisinas.

Desde las 14.00, miles y miles de personas –150.000 según los convocantes– se han sumado a la protesta, que ha enlazado las plazas de Bastilla y Nation.

«Resistimos» o «Aunque Macron no quiera estamos aquí» son algunos de los lemas que han coreado los manifestantes en una marcha que ha discurrido en ambiente festivo.

En la movilización, colorista y rica en banderas, cánticos y mensajes, ha habido una nutrida presencia de cargos y electos «insumisos», con Jean-Luc Mélenchon a la cabeza.

«Nos hemos dado cuenta de que los jóvenes querían dar un paso al frente, porque se sienten concernidos por esta reforma», ha explicado a AFP Philippe Juraver, jubilado de la compañía de transporte parisina RATP y responsable de la «red de luchas» de LFI.

El diputado Louis Boyard ha recalcado que su formación «apoyará las distintas movilizaciones» contra una reforma que estima «brutal e injusta».

Ello no ha evitado ciertas críticas. Así, el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, ha estimado que «no es hora de dividir» para añadir que «a la vista de la movilización del jueves, todo el mundo ha comprendido que esa la fecha a retener esta semana».

Ni otros partidos incluidos en la alianza Nupes, que encabeza LFI, ni los sindicatos han querido hacerse remarcar en la marcha de las organizaciones juveniles y estudiantiles.

La intersindical convoca a una segunda gran jornada de movilización el 31 de enero.

Competencia o complementariedad

«No es cuestión de competencia sino de complementariedad de las movilizaciones», ha valorado Eléonore Schmitt, portavoz del sindicato estudiantil L'Alternative.

El día 25 se anuncian ya asambleas en las universidades galas para abordar cómo se apoya desde el movimiento estudiantil contra la reforma Borne.

«Los jóvenes temen que disminuya el número de empleos y quieren participar en esta lucha para decir no a una medida antisocial como es la ampliación de la edad de jubilación a los 64 años», ha añadido Noémie Stickan, representante del sindicato  de enseñanzas medias FIDL.

En lo que respecta a la tramitación de la reforma, la diputada «insumisa» Clemence Guetté, que ha tomado parte en la movilización parisina, ha confirmado que los partidos incluidos en la Nupes depositarán «un número considerable de enmiendas», sin llegar a confirmar si jugarán a presentar miles de correcciones con el fin de obstaculizar la adopción de la reforma que la primera ministra presentará, el lunes, al consejo de ministros.