Trabajadores y trabajadoras de la clínica Askabide han reclamado en el Parlamento de Gasteiz la ayuda de las instituciones ante el «asedio» que, tanto ellos como las mujeres que acuden a sus centros para ejercer el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, padecen por parte del movimiento ‘40 días por la vida’. Han denunciado amenazas y expresiones de «acoso».
Una representación de los y las trabajadoras de Askabide ha comparecido ante la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Justicia para exponer, a petición de EH Bildu, la situación que padece el personal de esta clínica y las mujeres que acuden a ella para interrumpir su embarazo a raíz de las movilizaciones de este colectivo antiabortista frente a sus centros en Gasteiz, Bilbo y Donostia.
Los representantes de la plantilla de Askabide han explicado que, pese a que estas protestas venían produciéndose de forma esporádica desde 2014, las movilizaciones «se intensificaron» en 2022, en las semanas previas a la aprobación de la reforma de la ley del aborto por parte de las Cortes Generales, una modificación legal que incluye medidas para castigar penalmente a quienes acosen a las mujeres que acuden a una clínica para interrumpir de forma voluntaria su embarazo.
Los trabajadores de la clínica han explicado que a estas protestas, que afectan especialmente a su centro en Gasteiz, acuden personas de todo el Estado español, a las que los organizadores facilitan autobuses para su desplazamiento.
Gritos de «asesinas»
En estas concentraciones, según han explicado, las expresiones de «acoso» y las amenazas a los trabajadores y a las mujeres que acuden a las clínicas se intercalan con los rezos silenciosos. Como ejemplos, han explicado que les llaman «asesinas» y que les dirigen expresiones como «si te pillamos sola, ya verás», «los que matan, mueren» o «recibiréis lo que merecéis».
Por ese motivo, han informado de que «el cien por cien» de las personas que han sido identificadas a raíz de las denuncias que ha presentado la clínica ante la Ertzaintza ya ha recibido una orden de alejamiento, por lo que no puede acercarse a menos de cien metros del centro médico.
No obstante, han lamentado que el movimiento ‘40 días por la vida’ sigue convocando, a través de su web, a personas de todo el estado para que se desplacen para continuar con las concentraciones frente a Askabide.
En este sentido, han explicado que se sienten «solos» en una especie de enfrentamiento de «David contra Goliath», porque no pueden dedicarse cada día a trasladarse a la comisaría para presentar una denuncia por cada nuevo participante en estas protestas.
Además, han advertido de que ante la proximidad de la Semana Santa, los promotores de estas movilizaciones están preparando nuevas protestas, por lo que temen que vayan a sufrir un nuevo «asedio» y que las protestas acaben por celebrarse con una periodicidad diaria durante todo el año.
Intimidaciones
Por ese motivo, han pedido la «ayuda» de las instituciones. En el caso concreto del Departamento de Seguridad y de la Ertzaintza, han solicitado que se establezca un perímetro de seguridad en torno a sus clínicas para que las protestas puedan seguir desarrollándose, aunque sin que los trabajadores de estos centros ni las mujeres que acuden a ellos sufran «intimidaciones» ni se vea vulnerado su derecho a la intimidad.
Asimismo, han pedido al Gobierno de Lakua que «se persone» en los procedimientos iniciados ante los tribunales contra estos actos, dado que también tiene su parte de «responsabilidad» en la protección de las mujeres que acuden a las clínicas, sobre las que han destacado que en un 99% de los casos lo hacen tras haber sido derivadas a Askabide por parte de Osakidetza.
«No quieren ayudar a las mujeres; quieren, dentro de un contexto político muy de derechas, quitar a las mujeres un derecho fundamental y básico amparado por la ley», han denunciado.
La parlamentaria de EH Bildu Oihana Etxebarrieta ha agradecido su comparecencia a los representantes de la plantilla de la clínica y ha expresado su respaldo a las peticiones. Además, ha advertido de la necesidad de seguir defendiendo unos derechos que, aunque se consideren consolidados, siguen amenazados por «movimientos de derecha» internacionales y con «muchos recursos económicos».
Por parte del PNV, Iñigo Iturrate ha subrayado la necesidad de «defender con firmeza» los derechos de las mujeres frente a grupos y estructuras internacionales que pretenden atentar contra ellos. Además, tras afirmar que es «complicado» gestionar la posible «colisión de derechos» que se produce con estas movilizaciones, se ha comprometido a analizar las peticiones de Askabide.
La parlamentaria del PSE Gloria Sánchez ha avisado de que «no podemos bajar la guardia» en la defensa de los derechos adquiridos y ha recordado los intentos del PP para modificar, a través de un recurso ante el Tribunal Constitucional que sigue pendiente de resolución, la anterior ley del aborto.
Desde Elkarrekin Podemos, Isabel González ha criticado la «doble moral» de quienes rechazan el derecho al aborto, salvo que sean ellas quienes quieren acogerse a él, y ha alertado del riesgo de retroceso en los derechos logrados en materia sexual y reproductiva.
El parlamentario del PP Carmelo Barrio ha expresado su rechazo a todo «acoso o intimidación», aunque ha afirmado que hay que permitir «algún margen de protesta a las muchas personas de buena fe» que participan en estas movilizaciones.