El año pasado 5.068 personas cursaron solicitudes de asilo en Hego Euskal Herria, lo que significa un aumento de casi un 120% respecto a las de 2021, que sumaron 2.319. Este dato pone de manifiesto que las peticiones de refugio han recuperado la tendencia que mantenían antes de la pandemia de covid, y se acercan al récord alcanzado en 2019, cuando se llegaron a presentar 5.536.
Sin embargo, aun siendo llamativo, este fuerte crecimiento palidece frente a la evolución que ha habido en la última década. Y es que, según los datos registrados por la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio español de Interior, en 2012 fueron 83 las personas refugiadas que pidieron asilo en Araba, Gipuzkoa, Nafarroa y Bizkaia, la mayoría de ellas, 62, en este último herrialde.
De este modo, en solo diez años el número de solicitantes de asilo en Hego Euskal Herria se ha multiplicado por 61, una cifra espectacular que da la medida también del difícil contexto en el que se mueve la humanidad en estos tiempos. En términos absolutos, el salto más grande es el que se produjo entre 2016 y 2019, cuando las peticiones de acogida pasaron de 579 a esas 5.536 que marca el techo de momento.
El mundo ha cambiado mucho en estos diez años, no particularmente para bien, y también lo ha hecho el perfil de los solicitantes de asilo en lo que se refiere al país de origen. En 2012, el grupo más numeroso era el de quienes procedían de la República Democrática del Congo, con doce personas, seguido por Siria (9), Guinea (6), Nigeria (5) y Costa de Marfil (4). Ahora, sin embargo, Colombia y Venezuela, que en 2012 sumaron tres peticiones en total, encabezan la nómina de lugares desde los que partieron las personas que han pedido refugio en este país.
Detrás, Nicaragua, Honduras, Perú y Marruecos fueron en 2022 los otros puntos de origen de refugiados más comunes, sin contar, eso sí, las solicitudes de protección temporal realizadas por ciudadanos y ciudadanas de Ucrania.
5% de resoluciones positivas
La gran mayoría de las personas ucranianas que presentaron este tipo de peticiones el año pasado fueron mujeres con menores a su cargo, que se derivaron a la red de acogida dispuesta por el Gobierno español, y en todos los casos la petición fue atendida favorablemente gracias a la activación de la directiva de protección temporal europea. Este dato contrasta muchísimo con la respuesta administrativa al resto de personas solicitantes de asilo, ya que las resoluciones positivas no llegan al 5%.
Así lo puso de manifiesto ayer Zehar-Errefuxiatuekin, que denunció las «enormes dificultades» a las que se enfrentan estas personas solo para obtener la cita previa, para que luego les den la fecha definitiva para acudir a solicitarla formalmente. Solo para ese primer paso, que es fundamental.
Javier Galparsoro y Arantza Chacón, presidente y directora, respectivamente, de esta organización, indicaron en rueda de prensa que «la ley da el plazo de un mes para pedir el asilo, pero como el sistema informático no funciona, se pasa el plazo sin poder iniciar el trámite», y añadieron que una vez que se logra gestionar la petición, la administración debe contestar en seis meses, pero habitualmente lo hace en dos años y de forma negativa.
Tanto que, tal como apuntaron, solo recibe luz verde una de cada veinte peticiones.
El presidente de Zehar-Errefuxiatuekin reiteró en este sentido la petición de que la directiva de protección temporal europea aplicada en el caso de la guerra de Ucrania sea universal, y recordó que mientras las peticiones y los papeles a los refugiados ucranianos se resuelven todas en 24 horas, y en las de los refugiados afganos el porcentaje de resoluciones positivas supera el 98%, en el resto de casos la web habilitada no les deja acceder de forma reiterada y resulta imposible lograr cita con hasta una docena de intentos diarios.
Galparsaro valoró que como se ha demostrado con Ucrania o Afganistán «cuando se quiere, se puede», por lo que pidió a los distintos gobiernos y administraciones que no sean «timoratos», pues ese 5% de resoluciones positivas, apostilló, lo que evidencia es «falta de voluntad política».
Reuniones con los partidos
Desde Zehar-Errefuxiatuekin abogaron por poner el foco del debate político y mediático en el cumplimiento de los derechos de las personas refugiadas, y ante la polémica generada en torno al centro para solicitantes de asilo que albergará la Clínica Arana en Gasteiz, consideran «fundamental» trabajar «desde las personas», ya que cuando se hacen acogidas en centros tan grandes, «la individualidad se desdibuja». A su juicio, «es más interesante plantear modelos o espacios que permitan ese reconocimiento individual».
Por ello, y de cara a las próximas elecciones municipales y forales, Zehar-Errefuxiatuekin va a pedir reunirse en las próximas semanas con los partidos políticos para proponerles medidas a incluir en sus programas electorales, con el fin de garantizar los derechos de las personas refugiadas.
A los partidos les pidieron que estas personas «no sean instrumentalizadas en los discursos políticos, y que estos se construyan desde la convivencia y no desde el fomento de la fractura social». Chacón destacó que se deben «promover espacios de convivencia seguros y libres de discriminación entre vecinos y vecinas en los municipios y territorios».