NAIZ

El Gobierno navarro prohíbe la pesca del salmón ante la situación crítica de la especie

La prohibición de las capturas de salmón durante 2023 ante la situación crítica que vive esta especie es la principal novedad de la disposición general de vedas que ha aprobado el Gobierno navarro.

Un ejemplar de salmón del Bidasoa, en una imagen de archivo.
Un ejemplar de salmón del Bidasoa, en una imagen de archivo. (GOBIERNO DE NAFARROA)

La prohibición de la captura del salmón durante todo el año 2023 es la principal novedad de la disposición general de vedas de pesca en la orden que ha aprobado la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno navarro, Itziar Gómez.

Con esta parada biológica se quiere responder a la situación crítica de la especie y permitir que se recupere. Desde 2018 las perspectivas de la población salmonícola se han agravado debido al aumento de las temperaturas y a la sequía, agravando una situación históricamente crítica que se remonta ya a tres décadas.

Un informe de la sociedad GAN-NIK alertó en enero de que la población de salmones en los ríos navarros era la peor de los últimos 37 años y que existía una escasez alarmante de reproductores.

Para recuperar esta especie, además de la parada biológica y de los trabajos habituales de producción de alevines en la piscifactoría, los trabajos de permeabilización y el resto de medidas que contempla el plan de gestión del salmón, el Gobierno navarro está trabajando también en la creación de un grupo de trabajo, en el marco del proyecto LIFE Kantauribai, para abordar soluciones de manera conjunta con los actores implicados, tanto de la parte navarra, guipuzcoana como labortana y bajonavarra y ocupándose también del monitoreo y búsqueda de soluciones conjuntas en el tramo internacional y con competencia de la Comandancia de Marina.

Además, el recién comenzado proyecto Life Kantauribai contempla un impulso a la mejora del hábitat de esta especie, especialmente por la eliminación de obstáculos y permeabilización de otros, así como por la reducción de los impactos de los aprovechamientos hidroeléctricos y por la mejora de las formaciones de bosque de ribera que se prevén.