Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

Centenario María Casares, la mujer que vivió mil vidas

Coincidiendo con el centenario del nacimiento de María Casares, Xavier Villaverde rodó ‘María Casares: La mujer que vivió mil vidas’. Un acercamiento a una mujer fascinante, exiliada, comprometida y una de las grandes actrices europeas del siglo XX. Su estreno será el 10 de marzo.

A la edad de trece años e iniciada la Guerra del 36, María Casares cruzó los Pirineos camino del exilio. Con el paso del tiempo, se convirtió en una de las actrices más aclamadas del cine y del teatro del Estado francés.

Nacida en A Coruña, su madre fue Gloria Pérez, una mujer de condición humilde, que siempre demostró su interés por la cultura e hija de una cigarrera, y su padre, fue el político Santiago Casares Quiroga, el prototípico señorito de familia rica y respetada que años más tarde asumió el cargo de presidente del Gobierno de la Segunda República.

La vocación política de su padre y su posición, marcaron sin duda la infancia de María Casares, que creció en un ambiente de libertad e independencia, relacionándose con personajes como Ramón María del Valle Inclán, Federico García Lorca, Rafael Alberti o la mítica actriz Margarita Xirgu.

Convertida en musa y amiga de Simone de Beauvoir, Jean Paul Sartre, Pablo Picasso, Jean Cocteau, Paul Claudel, Jean Genet, Gerard Phillipe, Robert Bresson, Georges Cluzot, Antonin Artaud, Jean Vilar o Jorge Lavelli, trabajó creativamente con muchos de ellos o protagonizando sus obras teatrales o cinematográficas.

Compartió conversaciones y relación con el premio Nobel Albert Camus, su amigo y compañero sentimental durante dieciséis años. De todo ello surgió una intensa colaboración intelectual que marcó profundamente la obra del autor de ‘La Peste’. Está comunión surgió en aquella noche en que los aliados desembarcaron en Normandía y culminó con la muerte de Camus en un trágico accidente de coche en 1960.

Intérprete camaleónica, exigente, inconformista y con un sentido de la aventura constante, la actriz fue una luchadora infatigable por su libertad como mujer y vivió un profundo compromiso político junto con los colectivos de exiliados durante la dictadura franquista.

Está considerada como un monstruo incansable de la escena, obsesionada con la búsqueda permanente de personajes y propuestas teatrales audaces y polémicas, para sorprender y descolocar continuamente a un público y a una crítica que la convirtieron en un mito. 

A la hora de abordar ‘María Casares: La mujer que vivió mil vidas’ -cuyo estreno en salas está previsto para el próximo 10 de marzo-, su director y guionista Xavier Villaverde explicó que pretende ser «una aproximación íntima y profunda a la vida de una mujer extraordinaria; un homenaje desde su Galicia natal, a la que nunca olvidó, a una figura cegadora, magnética y fundamental en las artes escénicas de la Europa del siglo XX».

La biblioteca deshabitada

El origen de este proyecto se remonta al año 1985, cuando el director rodó uno de sus primeros cortos bajo el título ‘Viuda Gómez’ y en la escenografía en la señorial biblioteca, sin libros, de un piso antiguo, cerrado y vacío.

En palabras de Xavier Villaverde «yo no sabía a quién había pertenecido aquel lugar, los hombres de Franco lo habían saqueado en 1936 y habían borrado la memoria de quienes allí vivieron. Cuando lo averigüé, años después, me quedé impactado. Santiago Casares Quiroga, Ex presidente de la Segunda República creó aquella biblioteca, que llegó a contar con 20.000 volúmenes, en la casa familiar donde su hija María Casares pasó su infancia. Ese recuerdo y las magníficas memorias de María, me hicieron soñar con una película documental que transmitiera al espectador, la fuerza imparable de esa mujer que, a pesar de vivir dos exilios, dos guerras, la muerte de sus padres a los 30 años y la de su gran amor Albert Camús antes de los 40, llegó a ser una de las actrices europeas más relevante del siglo XX».

Sobre la protagonista y su faceta como actriz, añadió que «María Casares no amaba el cine y el teatro por igual, pues sentía que la cámara era una interferencia entre ella y el público. Si repasamos sus interpretaciones, encontraremos a todos los grandes personajes femeninos de la historia del arte dramático. Por eso un filme sobre ella, debía también ser una reflexión sobre este arte, con la estética teatral muy presente y el blanco y negro de la época como protagonista».

Finalmente y en relación al tono empleado en el documental, Villaverde dijo que «la vertiginosa aventura emocional que fue su vida, un relato lleno de giros y hechos extraordinarios necesitaba una narración cinematográfica ágil, poderosa, que debía utilizar sutilmente la música como elemento expresivo. La voz interior de sus memorias 'Residente privilegiada', íntima y profunda, tenía que convivir con en este documental y como contrapunto a las distintas entrevistas existentes, otros testimonios externos y las múltiples grabaciones y fotografías sobre su vida y su trabajo que se encuentran en los archivos».