Cientos de personas se han manifestado este domingo a mediodía en Erromo contra el derribo de Nagusien Etxea y han denunciado el empleo de la fuerza policial contra la movilización ciudadana. En los últimos días, las protestas de vecinos de la zona contra el derribo de edificios que han dado cobijo a actividades autogestionadas por los mayores han sido respondidas por fuertes cargas de la Ertzaintza, tras las que se han registrado un herido y una persona detenida.
Por ello, la marcha, que ha partido de la Plaza Santa Eufemia para concluir en el mismo punto, ha incidido en la defensa de inmuebles que son «memoria viva del barrio» y que albergan proyectos vecinales para los que las instituciones no han tenido otra respuesta que la intervención policial.
A lo largo de su recorrido, la movilización, con gran presencia de personas mayores en cabeza, además de jóvenes e integrantes del movimiento de pensionistas de Bizkaia, ha recorrido las calles del barrio getxoztarra coreando lemas como ‘Eraisketari ez’, ’Nagusien Etxea aurrera’ o‘Indar poliziala gure herritik kanpora’.
Participantes en la protesta han mostrado pancartas y carteles con mensajes como ‘Gu bai intergenerazionalak’, en referencia al proyecto que defienden Ayuntamiento y Diputación de Bizkaia, o ‘si nos robáis la voz, haremos ruido’.
Al término de la manifestación, Ibar Nagusien Etxea Elkartea, la asociación vecinal que está al frente de un proyecto con 35 años de recorrido en Erromo, ha mostrado su agradecimiento «a todas las organizaciones que han apoyado, desde el principio, nuestra pelea por no ser desahuciados» y por la conservación de edificios «que fueron salvados de la piqueta, hace más de cuarenta años, gracias a la movilización, entonces, de las vecinas y vecinos».
En ese punto han destacado que «entonces y ahora, la respuesta de los dirigentes de nuestras instituciones ha sido siempre la amenaza, la coacción, las multas, el desprecio hacia las personas mayores y la falta de diálogo».
El derecho a «un envejecimiento activo y activista»
«Cuando el coraje del vecidario les planta cara en las instituciones y en la calle, la respuesta es la represión violenta utilizando la policía antidisturbios con todo su armamento como si se enfrentaran a peligrosos delincuentes y no a pacíficas personas defensoras de sus derechos», han destacado en el mensaje final, en el que han dejado sentado, que defienden «derechos, no permisos otorgados», como «el derecho de las personas mayores a un envejecimiento activo y por qué no, activista».
El comunicado que ha cerrado la movilización ha subrayado, asimismo, «el derecho de la gente joven a gestionar sus vidas y sus ocios como lo crean conveniente». Según han subrayado, «Erromo necesita y reclama una Nagusien Etxea digna y autogestionada, un centro de día en condiciones» para personas que ya se tienen que desplazar a municipios vecinos, un Gaztetxe, «que sustituya al que fue quemado, y todos los servicios a los que tenemos derecho».
La asocacioón ha remarcado su agradecimiento a la Gazte Asanblada, a la Plataforma No al Derribo y a la asamblea de la gente del barrio. «Quizá nos venzan por la fuerza, pero no nos doblegarán», han apuntado para concluir la intervención, que se ha cerrado con gritos de ‘Este derribo lo vamos a parar’.
En declaraciones a los medios antes de la movilización, Paco Parra, presidente de Ibar Nagusien Etxea Elkartea ha censurado la «prepotencia» con la que ha actúa «el partido que lleva gobernando tantos años en este municipio» y ha reconocido que no esperaban que ordenasen iniciar el derribo sin conocerse el pronunciamiento de los tribunales sobre el recurso de casación. «Ellos que tanto se vanaglorian de cumplir con la ley, la están incumplieno de forma flagrante», ha apuntado.
Parra se ha referido también a la intervención policial en las protestas de los últimos días, destacanco que se ha recurrido a la Policía para «desalojarnos sin miramientos». Ha destacado, asimismo, que hay una persona acusada de desobediencia a la autoridad y destrozos de mobiliario urbano, lo que ha calificado de «auténtica barbaridad porque estaba sentada en el suelo, junto a la valla».