Este miércoles se ha presentado en Donostia la iniciativa Zaintza Demokratizatu, puesta en marcha por asociaciones de familiares de personas usuarias de residencias de mayores de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y por el colectivo de mujeres migrantes Malen Etxea, con el objetivo de «incentivar el debate crítico colectivo sobre los cuidados, su futuro y sus implicaciones».

En la comparecencia han reivindicado que «los cuidados deben estar en el centro» porque «son una condición necesaria para el mantenimiento de la vida, tanto en términos individuales como colectivos», pero para ello «es imprescindible que generemos un compromiso social y político».

Han explicado que «la dramática situación que vivimos durante la pandemia parecía traer un punto de inflexión que nos obligaría a repensar y transformar el sistema de cuidados vigente», pero no ha sido el caso. «La situación no ha cambiado sino a peor, dadas las consecuencias económicas, físicas y psicológicas que generó la pandemia tanto para personas dependientes como para cuidadoras». Unas circunstancias que pueden empeorar debido al envejecimiento de la sociedad.

Laboralmente, se trata de un sector feminizado, que en los domicilios «recae de forma abrumadora sobre mujeres migrantes y empobrecidas, a menudo en indignas condiciones de trabajo, por debajo del umbral más básico, como es el derecho real a la huelga» y que sufre una importante brecha salarial.

Mientras, en las residencias «encontramos conflictividad laboral, ratios inadecuados para las trabajadoras y para las personas dependientes que deshumanizan el trato, ayudas económicas muy insuficientes, copago excesivo, falta de participación de usuarios y familiares, listas de espera inaceptables que solo favorecen a las residencias privadas, etc».

Ronda con partidos

Con este diagnóstico, Zaintza Demokratizatu quiere trabajar por un sistema público de cuidados «digno, universal y solidario» a través de un gran acuerdo sociopolítico. En su opinión, entre otros temas a abordar están las condiciones laborales, la negociación colectiva, la reducción del copago, el incremento de las ayudas para el cuidado en el domicilio, la eliminación de las listas de espera o la sustitución de las empresas privadas por entidades sin ánimo de lucro.

Por ello, sus próximos pasos serán abrir una ronda con los partidos políticos para conocer de primera mano sus propuestas y al mismo tiempo trasladarles sus inquietudes, aprovechando la cercanía de las elecciones municipales y forales, y si fuera posible organizar una mesa redonda con representantes de estas formaciones.