«Me gustaría empezar a hablar de la gestión de las emociones, que están inevitablemente vinculadas a mi posición, la de portero, en un equipo de fútbol de máximo nivel». De esta forma comienza la reflexión de Álex Remiro en su primer artículo publicado en la revista Panenka. No es muy habitual que un jugador de fútbol se anime a compartir sus emociones en un medio de comunicación pero el guardameta titular de la Real ha querido dar ese paso, porque lo toma «como una oportunidad para compartir mis experiencias y que pudieran ayudar a los jóvenes».

"Cada vez le doy menos vueltas a los fallos o a las buenas actuaciones. No me martirizo con el error ni me regodeo en el acierto. Yo soy portero, y vivo en esa fina línea que separa una cosa de la otra."https://t.co/fmGCRWbn53

— Panenka (@RevistaPanenka) February 24, 2023

En este primer texto, el portero navarro tiene como objetivo remarcar el trabajo mental que viene realizando con su psicóloga, Mar Rovira –exjugadora de baloncesto– desde hace ocho años. Se sincera al contar que en su primera cesión al Levante desde el Athletic no estaba pasando por un buen momento y cómo fue un punto de inflexión para comenzar a centrarse en su carrera.

Remiro demuestra en este artículo que es un futbolista diferente. Tampoco es habitual que los jugadores de élite compartan sus malos momentos, sus flaquezas, la labor que hacen con los psicólogos deportivos, y el de Cascante vuelve a ser referente en este aspecto.

Además, cabe destacar que hace poco impulsó un proyecto con la ONG "Fútbol Más España" para trabajar en la parentalidad positiva y la regulación emocional de los niños, niñas y familias del fútbol base de Gipuzkoa. 

El programa tendrá tres talleres teóricos, además de formación teórica y online con un seguimiento de los clubes, con una duración de un año. El propio futbolista estará presente en alguno de los talleres que iniciará a finales de este mes de enero con un equipo de psicólogos deportivos contratados para liderar los diferentes cursos a través de la metodología del Deporte para el Desarrollo.

«En la Real Sociedad tenemos mucho la posesión. Y nos generan poco. Pero, claro, las dos o tres veces que nos llegan, por normal general, suelen ser acciones decisivas. Eso es o éxito o fracaso; o la paras o no la paras. Pero, más allá de lo que ocurra, debo conseguir que no me saque del encuentra», admite el guardameta. 

Y también ofrece una de sus claves: «Lo que mejor me funciona para sentirme bien es ir a fuego durante la semana. La guerra se libra ahí, de lunes a viernes. Durante esos días, me lo exijo todo. Entrenamiento, gimnasio, comida, análisis del rival…»

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