A lo largo de diez días, el festival Anima –prestigioso en Europa y cualificado para nominar a sus candidatos para los premios Oscar– organiza proyecciones exclusivas, talleres y charlas dirigidos a todos los públicos, y cada año centra su programación en una temática particular. Esta edición han puesto la atención al cine que se realiza en el Estado español, gracias a la repercusión que ha tenido la cinta vasca ‘Unicorn Wars’.

Por ello, artistas vascos, como la directora donostiarra Isabel Herguera, visitan la capital belga para proyectar su trabajo y participar en diferentes conferencias y talleres.

Tradicionalmente, el cine de animación se ha vinculado al público infantil, sin embargo, Anima cuenta con numerosos proyectos dirigidos a una audiencia adulta con temáticas más complejas que cuentan la realidad de una forma diferente.

«Tenemos muchas películas destinadas a una audiencia adulta, con temas muy profundos, historias complicadas, largometrajes documentales o abstractos», explica la directora del festival, Dominique Seutin.

Comenta que ‘Unicorn Wars’, película «culpable» de que este festival belga haya querido reivindicar la cinematografía estatal de animación, es un claro ejemplo de cómo este género puede llegar a ser, con iconografías típicas de un público infantil, muy adulto.

A través de este largometraje, reciente ganador del Goya a la mejor película de animación, su autor, Alberto Vázquez, indaga en vértices como la militarización, el ecologismo o en los fanatismos religiosos a través de un enfrentamiento entre iconos infantiles desde la ironía y el terror. El compositor azkoitiarra Joseba Beristain, nominado a los Goya por la banda sonora del filme, nos lo contaba en esta entrevista concedida a NAIZ. 

«Para nosotros ‘Unicorn Wars’ es una película realmente asombrosa. Nos encantó y por ella decidimos centrarnos en España», asegura Seutin.

El viernes se proyectó la cinta en el festival, evento al que siguió un concierto animado en el que el artista Daniel Noguero hizo ilustraciones en directo al ritmo de la música de Joey Wright.