Al menos 36 personas han muerto y unas 130 han resultado heridas después de que dos trenes hayan colisionado frontalmente cerca de la localidad griega de Tempe, en el centro del país.
Alrededor de la medianoche, un tren comercial y uno de pasajeros han chocado, provocando la muerte de 36 personas e hiriendo al menos a 130 pasajeros, muchos de ellos de gravedad, según ha informado el Cuerpo de Bomberos de Grecia y ha recogido la cadena ERT.
Los bomberos estiman que probablemente aumente el número de muertos, ya que entre los restos del tercer vagón de pasajeros, donde han recuperado los últimos dos cuerpos sin vida, hay aún una decena de cadáveres.
Según los informes preliminares, el tren de pasajeros –en el que iban 346 viajeros y 20 tripulantes a bordo y que hacía la ruta Salónica (norte) a Larisa (centro)– se había desviado a un carril equivocado, por donde circulaba el tren comercial, que hacía la misma ruta a la inversa. La colisión ha provocado el descarrilamiento de tres de los vagones del tren de pasajeros.
Todo indica que los trenes, operados ambos por Hellenic Train, circulaban en la misma vía a gran velocidad en el momento del choque, por lo que los respectivos conductores y otros miembros de las tripulaciones murieron en el accidente.
Las primeras pesquisas apuntan a un error humano.
«Los vagones uno y dos no existen. Debido a la gravedad de la colisión, fueron expulsados», ha declarado a ERT el gobernador regional de Tesalia, Kostas Agorastos, detallando que entre los heridos hay personas con quemaduras y con mutilaciones.
Por su parte, el alcalde de Tempo, Giorgos Manoli, ha asegurado que en los tres primeros vagones se han registrado temperaturas de 1.200 a 1.500 grados centígrados.
Cuarenta ambulancias se han desplazado al lugar del incidente atendiendo a los múltiples heridos, que han sido trasladados al Hospital Universitario de la ciudad de Larisa y al Hospital de la ciudad de Katerinis. Actualmente, más de 50 personas permanecen ingresadas.
Detenido el jefe de estación
En tanto, el jefe de estación de trenes de Larisa, que estaba al mando en el momento del accidente; el representante de la compañía Hellenic Train, así como otro funcionario han sido llevados al Departamento de Policía de Larisa, según el citado medio.
Más tarde, el jefe de estación ha quedado formalmente detenido mientras se determina su posible responsabilidad. Según informa Efe, ha sido acusado por delitos de homicidio involuntario. Además, también está acusado de provocación de lesiones corporales de forma involuntaria, así como de interferencia peligrosa en el tráfico de medios de transporte.
Además de los bomberos, la Policía y el Ejército se han movilizado para ayudar en las tareas de rescate, activando un protocolo de alerta según lo previsto en caso de tales accidentes, según la citada cadena.
Unas 250 personas que han resultado ilesas o con heridas leves han sido trasladadas en autobuses hacia Salónica, situada a 130 kilómetros al norte del lugar del accidente, donde según un testigo se viven escenas «apocalípticas».
«Nada funciona, todo es manual»
El presidente del gremio de conductores de trenes de Grecia, Kostas Geridunias, ha denunciado en la televisión privada de ERT el estado de deterioro en el que se encuentra la infraestructura ferroviaria del país.
«Nada funciona, todo se hace manualmente, estamos en modo manual en todo el eje Atenas-Tesalónica. Los semáforos tampoco funcionan. Si lo hicieran, los conductores verían los semáforos en rojo y se detendrían a tiempo», ha asegurado.
Por estas razones, los conductores dependen casi por completo de las informaciones que reciben de los jefes de las estaciones pertinentes, ha recalcado Geridunias.
Dimite el ministro de Transportes
Después de lo ocurrido, el ministro de Infraestructura y Transporte de Grecia, Κostas Ajileas Karamanlis, ha anunciado su dimisión.
«Dimito de mi cargo como ministro de Infraestructura y Transporte. Siento que es mi deber hacerlo como mínima muestra de respeto a la memoria de las personas que murieron tan injustamente», señala Karamanlis en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
El ministro conservador ha recalcado que en 2019, cuando fue asignado al frente de la cartera de Transporte, asumió la responsabilidad de un sector ferroviario «en una situación que no se corresponde con el siglo XXI».
«En estos tres años y medio hicimos todo lo posible para mejorar esta realidad», apunta, aunque reconoce que «desafortunadamente, estos esfuerzos no fueron suficientes para evitar tal accidente».