Georgia se asoma a otro Maidan por una ley sobre «agentes extranjeros»
En Ucrania, la marcha atrás en el acuerdo de asociación con la UE desató el Maidan. En Georgia, una ley sobre «agentes extranjeros» ha sacado a la calle a la oposición. El Gobierno recula pero siguen las protestas. La UE saluda el gesto y Rusia se desvincula, pero muestra preocupación.
Los partidos gubernamentales Sueño Georgiano y Poder del Pueblo han anunciado este jueves a primera hora la retirada de un polémico proyecto de ley sobre «agentes extranjeros» que ha provocado una fuerte ola de protestas en el país a lo largo de la semana.
Tras varios días de manifestaciones y disturbios en contra de esta norma, que la oposición considera de «corte ruso», los impulsores de la medida han procedido a su retirada, a pesar de que el borrador había obtenido ya el primer visto bueno de la Cámara.
Así, «tras una serie de consultas internas», ambas formaciones han decidido proceder a la retirada del proyecto de ley, dadas «las diferencias provocadas en el seno de la sociedad».
No obstante, han criticado las protestas como consecuencia de «una máquina de mentiras que trata de presentar la ley de forma negativa y desinformar a cierta parte de la población».
«Se ha etiquetado falsamente esta ley como rusa y ha sido presentada a la opinión pública como una medida que coloca a Georgia en el camino de salida europeo», han lamentado.
En este sentido, insisten en que los georgianos deberían estar «más preocupados por la paz, la tranquilidad y el desarrollo económico del país, así como en allanar el camino hacia la integración en la Unión Europea». «Es necesario gastar la energía de los ciudadanos en el desarrollo del país en la buena dirección», ha defendido.
Las fuertes protestas desatadas contra la legislación se han saldado con decenas de personas detenidas y medio centenar de policías heridos en Tbilissi, la capital. Los arrestados, opositores al Gobierno georgiano, han sido acusados de desorden público y desobediencia a las autoridades.
Miles de personas han salido a la calle para protestar contra el proyecto de ley, que buscaba crear una lista negra de organizaciones, medios de comunicación y entidades que reciben generalmente financiación de países extranjeros, una medida que, según sus detractores, socavaría las libertades fundamentales de los ciudadanos.
Siguen las protestas
La oposición georgiana ha anunciado que continuará las acciones de protesta pese a la marcha atrás de la coalición de gobierno.
«No nos fiamos de Sueño Georgiano. Que explique cómo retira jurídicamente el proyecto. Por ahora el procedimiento es muy nebuloso», ha señalado el dirigente del partido Guircham, Tsotne Koberidze.
Para este jueves está anunciada una nueva acción de protesta en la avenida Rustaveli, la principal de la capital georgiana y escenario de enfrentamientos con la policía, en la que además se exigirá la puesta en libertad de todos los detenidos, alrededor de 130.
«Continuaremos las protestas hasta que Georgia adopte un rumbo prooccidental garantizado», ha advertido Koberidze.
Saludo de la UE y preocupación en el Kremlin
La representación de la Unión Europea en Georgia ha saludado el anuncio de la retirada del proyecto de ley sobre agentes extranjeros y hecho un llamamiento a «todos los líderes políticos a reanudar de manera constructiva e inclusiva las reformas proeuropeas» en el país.
Por su parte, la Presidencia rusa se ha desvinculado del proyecto de ley impulsado por el Gobierno de Tbilissi para registrar a los supuestos «agentes extranjeros» y ha reconocido su «preocupación» por la escalada de las tensiones políticas y sociales en el país vecino.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha asegurado que Moscú «no ha inspirado» ninguna de las iniciativas presentadas en Georgia, con las que no tiene «absolutamente nada que ver». De hecho, ha sugerido que una de las versiones del texto sería «similar» a otras leyes ya aplicadas en EEUU.
Peskov ha admitido que, pese a no tener relaciones con Georgia –Rusia reconoce la independencia de los enclaves separatistas de Abjasia y Osetia del Sur–, lo ocurrido en el país vecino es motivo de «preocupación». En este sentido, ha dicho que Moscú siempre busca que haya «paz» en los países de su entorno.