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Activada la alerta amarilla por olas de inmersión en la costa labortana

La Prefectura de Pirineos Atlánticos ha activado la alerta amarilla ante la previsión de olas de sumersión en la costa labortana. En la carretera de la costa entre Urruña y Ziburu, curiosos esperaban, pese a todo, a la mítica ola Belharra, que no se ha alzado en todo su esplendor.

Un observador de olas, esta mañana en la carretera de la costa, en Urruña.
Un observador de olas, esta mañana en la carretera de la costa, en Urruña. (Patxi BELTZAIZ)

La Alcaldía de Biarritz ha comunicado este viernes las medidas habituales en caso de fuerte oleaje, como la prohibición del baño en las playas de la localidad, y el cierre de los accesos a lugares muy visitados como la Roca de la Virgen o el Faro.

Las medidas se comunicaban después de que Meteofrance emitiera ayer una alerta por olas de inmersión para este viernes, que se prolongará al menos hasta las 21.00 horas.

La agencia prevé un largo oleaje dando lugar a olas de hasta 5 metros de altura. Una situación de mar revuelto que podría prolongarse durante todo el fin de semana.

«La conjunción de las olas, de los coeficientes de las mareas y de la dirección del viento son favorables al despliegue de una ola Belharra a primera hora de la mañana del viernes», auguraba, por su parte, la Prefectura de Pirineos Atlánticos.

Cierre de los senderos

El organismo estatal recordaba en su nota de prensa que los acantilados próximos a esa carretera que serpentea el litoral entre Urruña y Ziburu, «son particularmente sensibles a la erosión con alto riesgo de derrumbe» y recordaba que las sendas para hacer ese camino del litoral a pie llevan cerradas desde el 10 de noviembre de 2021.

La carretera ha sido estrechada en varios tramos como prevención ante la falta de estabilidad del terreno.

Entre tanto, las administraciones concernidas siguen estudiando escenarios, pero sin tomar decisiones definitivas sobre una carretera que, más allá del uso vecinal, es un reclamo turístico.

Sin embargo, los riesgos de hundimiento acantilados son evidentes, como quedó de manifiesto con el gran derrumbe que sucedió al paso de Belharra el 29 de octubre de 2020.

«Las personas que no respetan esta prohibición deben saber que asumen un riesgo importante», insistía la Prefectura en su comunicado sobre a eventual aparición, este viernes, de Belharra.

El interés que suscita cada llegada de esa gran ola entre surfistas, fotógrafos y simples curiosos, provoca en ocasiones situaciones de peligro.

Sin embargo, este viernes no ha habido tumultos. Y las personas que se han acercado al lugar han podido observar un mar agitado, aunque Belharra no se haya mostrado a la altura de lo esperado.