Joseba Salbador Goikoetxea

El trasvase del comercio a las afueras preocupa en Nafarroa

Comerciantes y asociaciones de vecinos de toda Nafarroa muestran su preocupación ante los nuevos proyectos de grandes superficies, que provocan el trasvase de la actividad comercial a las afueras de las ciudades. Responsabilizan a las instituciones de impulsar un modelo «antiguo» y «trasnochado».

Viandantes pasando ante varios comercios en una céntrica calle del Casco Viejo de Iruñea.
Viandantes pasando ante varios comercios en una céntrica calle del Casco Viejo de Iruñea. (Iñigo URIZ | FOKU)

Es una problemática que afecta a todos los territorios históricos, pero los pequeños comerciantes de Nafarroa aseguran que en la comunidad foral es aún más grave, ya que en próximas fechas está prevista la apertura de tres nuevas grandes superficies.

Tal y como explica Mikel Cabestrero, asesor técnico de las Asociación de Comerciantes de Navarra y de Denok Bat, uno de los nuevos proyectos que mayor preocupación genera actualmente es el anunciado en la zona sur de Arrosadia, una gran superficie que tiene el impulso del Ayuntamiento de Iruñea.

El proyecto recibió hace dos años el visto bueno del pleno municipal (con los votos a favor de Navarra Suma y PSN), momento en que las más de treinta asociaciones de comerciantes de toda Nafarroa, a través de sus dos federaciones, ya mostraron su desacuerdo con este tipo de proyectos, alejados de los núcleos urbanos de los municipios, lo cual obliga a la clientela a desplazarse en vehículo privado.

Los otros dos proyectos que siguen su curso son el de las torres de los Salesianos, que incluye amplios bajos comerciales, así como el de Eguesibar (Atalaya de Olaz), donde está previsto un nuevo concepto de centro comercial abierto de 13.000 metros cuadrados y que ha recibido también la autorización del Gobierno navarro.

En palabras de Mikel Cabestrero, esta densidad de grandes superficies es totalmente «excesiva» para la población de Iruñea y su comarca, que no ha crecido tanto en los últimos años. «La oferta de metros cuadrados de superficie comercial que hay en este momento es exagerada, una de las más grandes de Europa», señala.

Además, los representantes del pequeño comercio de Nafarroa se quejan de que aún hoy día se siga impulsando este tipo de grandes superficies mientras la tasa de bajos comerciales vacíos es «enorme». «Lo que no entendemos es que los ayuntamientos y el Gobierno vean con buenos ojos y autoricen la creación de estos grandes centros comerciales, cuando los núcleos urbanos se están quedando desiertos», señala Cabestrero.

Revitalizar los barrios

El barrio de Arrosadia constituye el mejor ejemplo de ello. «En este barrio hay suficientes bajos comerciales como para desarrollar los proyectos comerciales previstos en el nuevo centro, lo que permitiría además revitalizar la vida del barrio, sin necesidad de crear una nueva zona comercial», añade.

En su opinión, las instituciones públicas navarras «siguen pensando en modelos antiguos y trasnochados, cuando en otras ciudades ya lo tienen superado y están pensando en otro tipo de modelo como las grandes manzanas, con todo tipo de servicios en un radio de 15 minutos… Pero aquí seguimos promoviendo todavía centros comerciales en las afueras de los municipios, con acceso mediante vehículo privado».

Para poner freno a esta situación, las asociaciones de comercio local ven imprescindible modificar la Ley del Comercio, «una ley muy antigua que no responde a las necesidades actuales», así como la regulación del comercio vertical, que atañe a las operadoras que utilizan un edificio de varias plantas, como es el caso de El Corte Inglés. «Nosotros no decimos que un operador no tenga derecho a este tipo de modelo, pero lo que sí tenemos claro es que hay que regularlo, de la misma forma que está regulado el resto de sectores del mundo», explica el asesor de comercio local.

El vecindario, movilizado

No solo los comerciantes. También los vecinos de las zonas afectadas llevan tiempo mostrando su preocupación ante esta realidad. Así, hace ya dos años, coincidiendo con la aprobación municipal del proyecto de Arrosadia, vecinos de este barrio, así como los de Azpilagaña e Iturrama recogieron más de dos mil firmas en contra de la gran superficie proyectada en la avenida Zaragoza.

Bajo el lema “Porque un barrio sin comercio es un barrio sin vida. Ayudemos al comercio de cercanía”, los vecinos tratan de defender el comercio de proximidad, «el que da vida a los barrios», un modelo «enfrentado a los planes de promoción de grandes superficies».

Señalan que los efectos de este modelo son evidentes y que «un paseo por las calles de nuestros barrios nos basta para ver la cantidad de persianas bajadas, de locales vacíos, de carteles de ‘se vende’, en lo que antes eran fruterías, mercerías, peluquerías, tiendas de ropa o de iluminación».

En opinión de estas asociaciones de vecinos, esos cierres representan «las pérdidas directas de empleos, de circuitos de consumo cercanos y sostenibles, son las mermas en el tejido social de los barrios, son dificultades para que los y las vecinas se relacionen, son beneficios económicos que dejan de revertir en la propia comunidad. Suponen, al fin y al cabo, una vida de barrio más triste y gris».

Los días sin IVA, una publicidad «engañosa»

Las asociaciones de comerciantes de Nafarroa llevan también varios años luchando contra los días sin IVA publicitados por los grandes centros comerciales, al considerar que se impulsa un consumo sin contribuir con impuestos, lo que supone un mensaje «muy perjudicial» para el conjunto de la sociedad navarra.

«El mensaje que transmiten estas ofertas es que es mejor comprar los días sin IVA, es decir, los días en los que no se contribuye a financiar la sanidad o la educación, los días en los que es mejor pagar impuestos en paraísos fiscales», aseguran.

Además, consideran que se trata de una publicidad «engañosa», ya que el consumidor piensa que se va a ahorrar un 21%, cuando hay productos que tienen un IVA inferior, por lo que el ahorro no es tal.

Mikel Cabestrero recuerda que «en su día ya planteamos al Gobierno de Navarra que no permitiera esas campañas, pero siempre nos dicen que ellos no pueden entrar en esas regulaciones. Pese a tener competencias fiscales, nos dicen que la regulación del comercio no está en sus manos. Pero eso no nos vale, ya que cuando sí tienen posibilidad de regular otras cosas, tampoco lo hacen».