Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

Georgia Oakley, directora de ‘Blue Jean’: «El legado de la ‘Sección 28’ está vivo y coleando»

Georgia Oakley ha cosechado múltiples galardones en el circuito de festivales con ‘Blue Jean’. La película, escenificada en la Gran Bretaña de 1988, aborda el convulso periodo en el que el gobierno de Thatcher aprobó una ley, denominada ‘Sección 28’, que estigmatizaba a la comunidad LGBTQ+.

La guionista y cineasta Georgia Oakley durante el rodaje de ‘Blue Jean’.
La guionista y cineasta Georgia Oakley durante el rodaje de ‘Blue Jean’. (BBC FILM)

Tras el exitoso periplo que ha realizado el drama británico ‘Blue Jean’ en los festivales de cine internacionales, Surtsey Films y Filmin estrenarán dicho filme en salas de cine el próximo 5 de abril de 2023.

Esta película dirigida y guionizada por la debutante Georgia Oakley se presenta como un drama de identidad sicológica, ambientado en 1988, durante el mandato de Margaret Thatcher como Primera Ministra.

La actriz Rosy McEwen (‘El Alienista’) se mete en la piel de una profesora lesbiana de educación física que se ve obligada a vivir una doble vida cuando el gobierno de Thatcher aprueba una nueva ley que estigmatiza a la comunidad LGBTQ+.

La ley, conocida como ‘Sección 28’, impidió que los maestros y los que trabajaban para las autoridades locales reconocieran la existencia de la homosexualidad y, aunque fue derogada a principios de los años 2000, el legado de esta ley legó una cultura duradera de vergüenza y homofobia.

En relación al contexto en el que se desarrolla ‘Blue Jean’, Georgia Oakley explicó que «en 1988, enfurecidas por la propuesta de ley ‘Sección 28’ de Margaret Thatcher, un grupo de lesbianas saltó desde la tribuna de la Cámara de los Lores al hemiciclo, exigiendo la protección de los derechos de lesbianas y gays en Gran Bretaña. La cultura del silencio propagada por esta ley, que prohibía a las escuelas y a los gobiernos locales ‘promover’ la homosexualidad, tuvo efectos devastadores en mi generación».

Sobre la motivación que le llevó a realizar este proyecto, su autora dijo que «proviene de mi comprensión personal de la homofobia interiorizada, así como del deseo de dar voz a aquellos profesores olvidados que lucharon contra el estigma y la difamación bajo la ‘Sección 28’».

Las leyes homófobas siguen existiendo

En su exposición, la directora no pudo evitar el enfado que le produce la vigencia de la homofobia institucionalizada. En palabras de Oakley, «estoy harta de que todo el mundo diga lo lejos que hemos llegado, cuando leyes traicioneras y homófobas como esta siguen existiendo en todo el mundo. Tengo una hijastra de seis años y lo único que oigo en su colegio es el mismo discurso de siempre: todo son ‘madres y padres’. A los niños se les enseña muy poco sobre los distintos tipos de familia. El legado de la ‘Sección 28’ está vivo y coleando y es solo un ejemplo de la terrible homofobia institucionalizada con la que las comunidades LGBTQ+ tienen que lidiar día a día».

Uno de los elementos más destacados del filme se asienta en el peso dramático que ha asumido la actriz Rosy McEwen y sobre ello la directora reveló que «intentamos ahondar en todo esto con el relato del personaje de Jean. Explorar cómo ‘salir del armario’ no es solo un momento singular en el tiempo; es una batalla diaria. La decisión de corregir o no al taxista que acaba de asumir que tu novia es tu hermana. La elección de las palabras cuando el amigo de tu hijo del colegio acaba de preguntar quién de los dos es la ‘madre’. La decisión de llevar tu homosexualidad con valentía, en tu forma de vestir o de cortarte el pelo, o de disimularla para que te lleven más fácilmente».

«El plan siempre fue hacer un retrato de una mujer que se enfrenta a su identidad, en lugar de un gran drama político sobre la propia ley. Como narradora, quiero observar con un microscopio las pequeñas cosas que le quitan el sueño a Jean, en un intento de replantear el debate sobre cuestiones más importantes como la homofobia, el patriarcado y la clase social que asolaban Gran Bretaña en los años 80, como lo hacen ahora», añadió.

Finalmente, y sobre el estilo de filmación que ha utilizado en su película, dijo que «siempre tuvimos la intención de rodar ‘Blue Jean’ en 16 mm, y con una estética ligeramente exaltada. Queríamos crear un lenguaje visual inspirado en los clásicos de la época, más que un retroceso a los años 80. Inspirándome en cineastas como Kelly Reichardt y Chantal Akerman, busco presentar a una protagonista sin glamour ni tergiversación. Jean no es una heroína, y precisamente por eso me ha encantado indagar en su historia estos últimos cuatro años».