Asiron cuenta que, para él, renunciar al cohete fue una de las decisiones más difíciles de sus primeros sanfermines como alcalde. La vara de mando había llegado a él unas semanas antes y la izquierda abertzale llevaba 22 años sin lanzar el cohete que da inicio las fiestas. El precedente había sido Mariné Pueyo en 1993, pues aunque había costumbre de que los partidos lanzaran por turnos el cohete, finalmente era una prerrogativa del alcalde y a la izquierda abertzale se la saltaban.
Maya, tras recuperar la Alcaldía, rompió con todo aquello. El primer año, no pudo. Se había lanzado ya el proceso de elección. Luego llegó la covid y los dos años sin fiestas. En 2022 volvió al dedazo y escogió para prender la mecha a Juan Carlos Unzué, enfermo de ELA, que aceptó tirar el cohete, recordando también a los sanitarios.
Por todo esto se ha llegado a la víspera de las nuevas elecciones municipales en Iruñea sin que se sepa cómo se va a elegir quién lanzará el txupinazo. Todas las formaciones del Ayuntamiento, salvo Navarra Suma, opinan que habría que volver al sistema de Asiron (votación popular después de una preselección de candidatos por parte de la Mesa de los Sanfermines), pero sigue siendo prerrogativa del alcalde.
Ahora la coalición Contigo-Navarra (cuyos componentes no lograron ninguna concejalía hace cuatro años) propone que un sorteo sea el método para elegir a la persona que lanzará el txupinazo de Sanfermines. A través de un comunicado, sostiene que un sortero evitaría «cualquier tipo de uso partidista, algo muy habitual en la historia de los sanfermines, y la polémica de cada año».
Y precisa que en el sorteo podrían entrar todos los iruindarras mediante la creación de una «bolsa» en la que se inscriban los interesados en protagonizar este momento tan significativo. «No hay otra forma más popular y democrática para que cualquier ciudadano o ciudadana tenga la posibilidad de tener este gran honor», ha subrayado el candidato al Ayuntamiento, Txema Mauleón.